500 84 8
                                    

Fushiguro bañaba a sus mascotas en el patio cuando vio de reojo al cartero en el buzón vecino.

Corrió afuera aún con jabón y salpicaduras de agua en sus ropas, necesitaba alcanzar al cartero, necesitaba saber por qué hace ya 4 meses que no recibía correo de Sukuna.

—¡Espere!.— gritó doblando la esquina —Por favor espere...

El viejo repartidor se detuvo al reconocer la voz del azabache. Ya sabía lo que hiba a preguntar, había sido lo mismo durante esos últimos meses.

—Aún... ¿Aún no hay correo para mi?.— preguntó con esperanza

—No, no tengo correo para usted joven Fushiguro.

Al ver la cara de desilusión del azabache al cartero no le quedó más remedio que explicar lo que el otro ya sabía pero que al parecer había olvidado.

— Joven usted fue soldado alguna vez, sabe muy bien que al término de una guerra no hay tiempo para correspondencia.— habló el viejo con mucha calma —Hay otras prioridades antes que gastar recursos en papel y aun más cuando se está a un pelo de terminar la batalla.

Aquello era cierto y Megumi lo sabía pero había dejado que desesperación actuará por él.

Agradeció las palabras del repartidor y regresó a su casa para terminar lo que había dejado pendiente.

Pasó la tarde frente al ventanal que daba a la montaña con un libro entre sus manos. Había leído la misma página desde ya hace una hora pero aún así no lograba darle forma a las letras.

Con pasos lentos se acercó al estante para tomar la pequeña caja donde guardaba las cartas y recuerdos de Sukuna, quería leerlas de nuevo...

Tal vez solo se estaba mortificando por nada...

Tal vez la guerra había llegado a su clímax y sólo era cuestión de tiempo para que todo acabase...

Tal vez el día de mañana lo tendría de nuevo en sus brazos...

Tal vez...


El ruido constante del teléfono despertó a Megumi quien saltó de la cama para contestar.

Su rostro adormitado se esfumó de golpe al escuchar aquella noticia.

Corrió al baño para asearse, no tenía mucho tiempo. Buscó entre sus ropas algo abrigado y cómodo así como también ropa limpia para su pareja.

El corazón bombeaba con fuerza en su pecho mientras la emoción le recorría el cuerpo, sus manos temblaban y a penas podía asimilarlo todo.

Tomó las llaves y corrió al puerto.

Al llegar vio como los soldados bajaban de los 3 diferentes barcos que ya habían arribado en el muelle.

El lugar estaba lleno de personas que al igual que él venían a recibir a sus allegados.

Megumi empezó a colarse entre la multitud. Buscaba con desespero a su amado mientras las personas lo empujaban o trataban de sacarlo del camino.

Y a lo lejos lo vio...

Caminaba hacia afuera del puerto, seguramente quería dejar el bullicio.

Solo lo había visto de espaldas pero su cabellera rosa era inconfundible solo tenía que alcanzarlo en la salida.

Se empujó con fuerza entre la multitud para ir tras él...

Los ojos ya se le habían aguado de tan solo reconocerlo y su corazón latía rápidamente.

—¡¡Sukuna!!.— gritó con fuerza

El mencionado paró en seco y volteó...

—¿Fushiguro?

Y el tiempo se detuvo...

•••
••

Holaaaa como están...

Solo falta un capítulo mas para terminar esta pequeña historia, me siento muy ansiosa.

No olviden votar ★

Tomen agua y cuidense, hasta la próxima.

Letters •|SukuFushi|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora