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Megumi sostenía frente a él una pequeña caja de color rojizo. A penas podía ver el contenido de esta debido a las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.

Un hermoso anillo con dos gemas, una roja y una azul, se mostraban ante él.

Con delicadeza lo tomó y lo deslizó en su dedo, el cual temblaba estaba tembloroso al igual que sus manos.

—¿Entonces que pasó con él?.— preguntó cabizbajo

—Después de la última misión no volvió... — fue la respuesta que obtuvo —Yo tampoco lo entiendo. Era su tercera infiltración y cuando emboscamos la base enemiga él no estaba por ningún lado.— Relataba Yuji con mucho pesar —Lo único que encontré fue su pequeña mochila donde cargaba suplementos.

El corazón de Megumi a penas latía.
Podía escuchar hablar al hombre frente a él pero aún así no podía asimilar las palabras que este decía.

Ante él estaba Yuji Itadori. El hermano gemelo de su novio (Y ahora prometido, Sukuna)

Megumi no había estado esperando a Yuji. Ni siquiera sabía de su existencia, descubrir que su novio tenía un gemelo lo había tomado por sorpresa y definitivamente está no era la mejor situación para conocerlo.

—Fushiguro, lo lamento tanto.— la voz quebrada del pelirosa lo sacó de sus pensamientos —Yo... Quise detenerlo pero... Pero Sukuna es tan terco...

FlashBack

Era casi media noche cuando Yuji irrumpió la paz que Sukuna había creado alrededor de la fogata.
Estaba él solo ahí, sentado frente al fuego contemplando una pequeña caja entre sus manos.

—Sabes Sukuna; eh estado pensando un poco...— habló Yuji

—¿Ah si?.—Sukuna vaciló en su respuesta —¿Y desde cuando es que tu piensas?.— se burló sin muchas ganas

Yuji notó el distorsionando humor de su gemelo y entonces se sentó a su lado.

—No quiero que vayas a la misión. Yo iré en tu lugar, hermano.

La voz de Yuji era firme y cuando Sukuna volteó a verlo fue determinación pura lo que había en sus ojos.

—Somos gemelos, el enemigo no lo notará.— prosiguió —Tu tienes que quedarte. Tienes que volver con Fushiguro, ese chico del que tanto hablas.

El rostro de Yuji se iluminó a causa de la sincera sonrisa que le estaba dedicando a su hermano.

—No digas tonterías.— bramó el otro —¿Quién diablos crees que soy?
Cumpliré con mi deber y regresaré con él.

Sukuna se puso de pie dispuesto a irse, ya no quería escuchar más a su gemelo quien ahora estaba también de pie, frente a él.

—Tengo un mal presentimiento.— fueron las palabras de Yuji

—Me importa una mierda.

Sukuna le dio la espalda pero cuando quiso avanzar simplemente no pudo hacerlo, su corazón y su mente estaban en completo caos.

Volteó nuevamente a su gemelo y de manera brusca tomó una de sus manos entre las dos suyas.

—Cuida esto hasta que vuelva.

Yuji lo vio irse.
No pudo detenerlo y en sus manos dejó la pequeña caja que hace rato veía con tanto anhelo.

El contenido de la caja no pesaba, lo que pesaba eran los sentimientos que su hermano había puesto allí dentro.

Sukuna no volvió...

Fin FlashBack

Megumi no pudo retener más las lágrimas. Simplemente dejaba que las gotas saladas recorrieran sus mejillas en un silencio sepulcral.

—¿Cómo me encontraste?.— preguntó

—Se suponía que vendría con Sukuna al terminar la guerra, nos hiba a presentar.— respondió con mal sabor en la boca —Pero nunca te habría encontrado si tu no hubieras ido al encuentro de mi hermano.

Megumi asintió con la cabeza y le dio la espalda.

—Puedes quedarte si deseas, la recámara del fondo está vacía.

Era cierto, la última habitación estaba vacía al igual que lo estaba ahora su corazón.

Decidido tomó una pequeña mochila donde puso un par de mudas.
Guardó unas cuantas monedas y tomó a sus canes.

Cuando salió de la casa el cielo brilló con intensidad. Fue tanta que le molestó, puesto que él llevaba dentro una tormenta.

Y corrió...

Corrió hacía el puerto y se subió en el primer barco a zarpar. Había decidido traer devuelta a su amante él mismo.

La capa negra que llevaba encima bailaba gracias al viento dejando ver las espadas duales que llevaba en la espalda.

Contempló el mar y luego llevó su vista al anillo. Leyó por enésima vez el grabado interno que decía:

«Te Amo Meg»

FIN

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Llegamos al final de esta historia, espero que la hayan disfrutado y si les gustó la pueden compartir o recomendar.

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Cuídense y hasta la próxima!

(NOS LEEMOS EN "LADRONES DE TIEMPO")

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