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A Jaehyun no le gustaba faltar a su trabajo, lo odiaba, de hecho, pero era la primera vez que su hijo se ponía así, reticente a dejarlo ir, la situación era nueva y sumamente extraña para él, por lo qué, preocupado, había accedido a faltar.

—Taeyong hyung— saludó a su jefe y a uno de sus mejores amigos.

—¿Qué quieres? Estoy ocupado.

—Esto... Te iba a preguntar si hoy podía faltar por...— le interrumpió.

—¿Qué? No, serás uno de mis mejores amigos, pero sabes que no me gusta que nadie falte, no.— Taeyong era una persona estricta y no le importaba quien trabajase para él, no le daría fácilmente permiso de faltar.

—No seas puto, nunca falto y ni siquiera me has dejado explicar.— Jaehyun frunció el ceño.

—Soy tu hyung y jefe, Jaehyun, respétame, que si me da la gana te despido.

—Ajá.— le quitó importancia.— Bueno, la cosa es que Jeno no quiere que vaya y...— le volvió a interrumpir.

—¿En verdad no quiere que vengas? Eso es raro, ¿Pasó algo?— sus amigos lo conocían a él y a su hijo, claro que se iba a sorprender. Cuando conoció a Doyoung le dijo que Jeno era tranquilo, no mentía, no podía pasar mucho tiempo con su niño, pero lo conocía como la palma de su mano. Era tranquilo y nunca se quejaba al llegar la hora de trabajar de su padre, supuso que, de alguna forma, le entendía y por eso no hacía alboroto.

—Sí, nada grave, solo quiere pasar tiempo con Doyoung y conmigo.— pasó una mano por su cabello, despeinándolo.

—Oh, bueno, hubieses empezado por ahí.— le fastidió y el alto supo que el mayor sonreía.— disimulas tan poco que hasta tu hijo se dio cuenta de que te gusta su niñero.— escuchó la risa del mayor.

—No empieces— dijo, apoyando su codo en el mesón de la cocina.— como sea, ya sé que me dejas faltar, voy a cortar, adiós.

—Ah, adiós, cuando vuelvas trabajarás horas extra, que no te pago para pasear con tu novio.— Jaehyun bufó, virando sus ojos al escuchar al contrario, un poco sonrojado.— me cuentas qué pasa.— se despidió y colgó. Unos minutos después, en los que solo se quedó viendo el frutero, apareció Doyoung en la cocina, cargando al pelinegro, tomando una manzana.

—Hyung, ¿Ya terminó? ¿Le dieron permiso?— el bajito sonrió, dejando al niño en sus piernas, quién se recostó en el pecho de su papá.

—Sí, sí, fue más fácil de lo que creí, voy a estar todo el día para ustedes, pequeño—la mejillas del menor se tiñeron de rosa, sonriendo, siguió picando la roja fruta que luego le daría al niño.

—Yo... Me alegro que pueda estar para nosotros, hyung, mucho.— al igual que el pelinegro, Jaehyun, sonriendo y sonrojado, jugó con su hijo.

Estaban los tres en el sofá, Jaehyun con Jeno en su regazo, el pelinegro recostando su cabeza en el hombro del mayor, viendo algún drama que ninguno de los tres entendía porque, en definitiva, no era el primer capítulo.

—Pero... ¡¿Cómo le va a decir eso?! ¡Hyung! ¡Voy a buscar a ese estúpido y le voy a dar unos buenos golpes!— Jaehyun rió porque el menor, a pesar de no entender mucho, estaba muy metido en la trama y, aunque la escena era en verdad indignante, el pelimegro no debía olvidar que todo era ficticio.

—Pequeño, tranquilízate, que es un drama, nada ha pasado en verdad, están actuando.— dijo el mayor, su mano acariciando los suaves cabellos de Doyoung.

A babysitter and a single dad ★ jaedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora