Rostros que todo el mundo parece ver y se siente en la potestad de juzgar. Rostros que se llenan de lágrimas cada noche. Rostros que todos ven pero nadie admira.
Nos paramos a observar un rostro, un cuerpo, unas manos, pero ¿Quién centra su atención en las cicatrices dibujadas delicadamente sobre la piel? ¿Quién se para a pensar que debajo de esa piel, llena de cicatrices mal curadas, hay un corazón y un alma, dispuestos a dar todo lo mejor de si a una persona y a un mundo que ni siquiera lo merecen? La respuesta es sencilla, nadie se toma el tiempo necesario para apreciar las cicatrices que cada uno lleva consigo, las que nos recuerdan todo lo que hemos sufrido, esas que nos alientan a seguir luchado y nos hacen tener presente el camino que hemos recorrido, cicatrices que nos han hecho ser quienes somos; personas que han sido capaces de levantarse y seguir caminando, esperando la siguiente caída que provocará otra cicatriz más, uniéndose a una colección, como si de cuadros de arte se tratase, arte mal apreciado por el ojo humano.
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Salir a flote.
PoetryNo trato de escribir un libro de autoayuda, simplemente escribo sobre sentimientos esperando a que otra alma conecte con ellos. Hay veces en las que hay q recordar de dónde venimos, y no para saber a donde vamos, sino para recordar quienes somos.