Blush [Adaptación] [TaeJin]

Ocho

─ Buenas tardes señora Kim.

─ ¿Cuándo será el día en el que dejes de ser tan formal? ─ sonrió y se hizo a un lado. ─ SeokJin está en su habitación.

─ Gracias. ─ corrió rápidamente al lugar, encontrándose al castaño sentado en su cama, viendo televisión, con un parche en el ojo morado. intentó reprimir una risita, no pudo.

─ No te rías, es tu culpa.─ cruzó los brazos.

─ ¿qué? ¿porqué?

─ Por ser un idiota.

TaeHyung volvió a reír y se acercó a SeokJin. ─ Tengo.. chocolates, malvaviscos, gomitas de osito y helado de fresa.

Jin no pudo evitar sonreír ampliamente, con cierto brillo en los ojos. ─ Oye, me dieron una paliza, no estoy agonizando.

─ ¡TaeHyung! ¿puedes venir un momento por favor? ─ gritó la señora kim desde la cocina.

─ Ya vuelvo, Jin.─ se dirigió a la cocina, donde ayudó a preparar la comida.

Estaba rayando las verduras en silencio, hasta que la mayor habló:

─ SeokJin me contó que gustas de el.

El pelinegro casi se rebana un dedo al escuchar eso. Su rostro enrojeció rápidamente.

─ B-bueno, pues..

─ Tranquilo, no pasa nada. sinceramente ya me lo esperaba.─ rió, y Taehyun sintió como sus orejas se calentaban. ─ No puedo asegurarte nada, sabes que Jin es muy obstinado respecto a ese tema, es por su padre.

─ Ah.. por eso..

─ Pero, se que deberías intentar un poco mas con Jin, tal vez así esté mas seguro de lo que siente.

─ Bueno, no haré nada que el no quiera.

─ Pero el si que lo quiere.

─ ¡¿Q-qué?!

─ Jin siempre dice que no, pero te come con la mirada.

─ P-pero

─ Ay, solo dale un besito y ya.

El resto de la tarde se resume entre sonrojos y tartamudeos de parte de TaeHyung por las cosas que decía la madre de SeokJin. Cuando terminaron de preparar la comida, TaeHyung llevó una bandeja a la habitación del castaño.

─ Jin, preparamos japchae y- ─ se cortó a si mismo cuando vio a SeokJin dormido sobre su cama, con los labios entreabiertos. Su sudadera estaba un poco alzada, dejando ver su abdomen, su mano derecha colgaba del colchón mientras la zurda descansaba sobre su barriguita.

El pelinegro sonrió y se acercó al castaño, levantó ambas manos con cuidado, colocándolas sobre el colchón. Pasó las yemas de sus dedos delicadamente sobre la suave barriguita del castaño.

─ Eres tan adorable ─ rió suave y acercó su rostro a la piel descubierta, dejando un beso sobre la pancita de SeokJin seguido de cubrirla con la sudadera, para después despertar al castaño.

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