¿Cómo podrían describir la manera en la que se conocieron? ¿Vergonzosa? ¿Incómoda? ¿Cliché?
¡Mierda! De entre todas las maneras en las que pudieron conocerse, esa tuvo que ser la ideal.
—Lo siento —dijo el pequeño de cabellos rosados, con una clara preocupación en su rostro.
Jae Hyun se quedó mudo y solo viendo al bonito chico frente a él, importándole poco que tuviera alcohol escurriéndose por su camiseta hasta su pantalón -quizá impregnándose hasta sus calzoncillos-.
—N-no importa —Es lo único que contestó, aún embobado con la belleza de aquel ser hermoso.
—En verdad, lo siento mucho —Sus ojos brillaron con culpa, pareciendo que quería hacer un puchero—. Su camiseta se manchó y seguro será difícil de limpiar. Por favor, acepte que le compre una nueva.
Jae Hyun se conmovió por su gesto, pareciéndole que aquel chico podría morir de culpabilidad si lo rechazara.
—Está bien —sonrió un poco y vio como el rostro del chico cambió a una de alivio—, pero con una condición.
—¿Cuál?
—Dime tu nombre —De entre todo este tema vergonzoso, tenía que sacar algo bueno, ¿cierto?
—Me llamo Huang Ren Jun, pero... —Se mordió su labio con timidez, tornando sus mejillas un poco rosadas— ¿Usted cómo se llama?
—Jeong Jae Hyun.
Ambos se miraron y sonrieron, pensando que aquella vergonzosa y desastrosa situación llegaría con el fin de esa conversación. Pero, lo que no contaron, fue que -en realidad- se quedaron hablando durante toda la fiesta, mientras disfrutaban de esa mágica noche.
Una noche donde no solo hablaron para conocerse, sino, también bailaron, rieron e inclusive se besaron. Lo cual, los llevó al departamento del mayor y conocer sus cuerpos desnudos y lo placentero del sexo con una persona que te gustó desde el primer instante. Lo que haría cualquier joven hormonal y sin razonamiento.
—Ah~ Jae —gimió Ren Jun, aferrándose al cuello del mayor.
Jae Hyun sonrió y con más ánimo arremetió contra el delgado cuerpo bajo suyo. Tomó con fuerza la cintura de Ren Jun y bajó sus caderas, haciendo los movimientos un poco más duros.
Ren Jun tenía sus ojos cerrados y el entrecejo fruncido, dejando sin pudor que sus labios se mancharan de sus gemidos. Jae Hyun estaba fascinado con la imagen abajo de él, con sus ojos tan dilatados, que solo dejaba evidente su excitación. Y, lentamente, fue bajando su pecho hasta pegarlo con el del menor para poder llenar de besos aquel cuello blanquecino.
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Go to hell | JaeRen
Fanficjaeren | ¡Vete al infierno, Ren Jun! | Publicada el 19 de diciembre del 2022. ©Jor ; 2022 a jaeren short-fanfiction.