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Narrador~.

Era una mañana hermosa, Deyanira caminaba por los jardines del imperio occidente de la mano de su prometido, Heinrey y Deyanira eran muy unidos a pesar de los rumores que; Heinrey I era un mujeriego, iban caminando tranquilamente mientras apreciaban en paisaje, Heinrey la detuvo y le miró seriamente

-Deyanira.. hoy mismo me voy a ir al imperio Oriente un par de días- dijo el rey, la rubia le miró incrédula

-Y.. para qué?- dijo temerosa

-Que sucede? Iré para planificar el ataque a su imperio, que pasa Deyanira?- dijo Heinrey extrañado por la reacción de la mujer

-Escuché.. que la emperatriz es sumamente hermosa y... no tiene amantes..- dijo ella, le preocupaba que el rumor falso de que su querido era un mujeriego se hiciera real e hiciera adulterio con la emperatriz vecina

-No Deyanira.. sólo te amo a ti- dijo Heinrey, tomando las manos de Deyanira y llevándolas a su pecho -mi corazón te pertenece, mi mente, mis ojos, mi alma, mi cuerpo.. todo mi ser es propiedad de la mujer que tengo frente a mi, pronto serás mi reina y yo tu rey- dijo el de violetas ojos, acariciando la mejilla de su prometida

-Yo también te amo tanto Heinrey.. puedo ir contigo?- dijo la rubia aún con cierta desconfianza

-No creo que sea seguro.. me iré y secuestrare a la emperatriz para debilitar el imperio, luego lo invadiremos.. y podrían lastimarte-

-Está bien.. volverás cuándo?-

-Al finalizar la semana, me verás en tu balcón, transformado en ave-

-Esperaré con ansias mi amor..-

-Te quiero- dijo Heinrey finalizando la conversación y besando la mano de la rubia, se despidió y subió al carruaje, apenas se subió, su sonrisa se desvaneció y apareció una mueca de fastidio en su lugar

-Que pasa majestad?- dijo Mckenna

-Esa mujer me tiene fastidiado con sus muestras de cariño tan melosas.. menos mal que iré allí para por fin.. casarme con Navier..- dijo Heinrey suspirando al pensar en la mujer que esperaba su llegada, ya lo había planeado todo, Navier se divorciaba, pedían autorización para volver a casarse, llegaban al reino y él mismo echaría a Deyanira del palacio y de su vida, algo en su interior aún la amaba, pero Navier era mejor que ella..

Mientras tanto

Deyanira sentía preocupación, mandó un carruaje y tomando una ruta peligrosa, pero corta, llegó esa misma noche al imperio Oriente, Heinrey llegaría más entrada la noche, si es que se daban prisa

-Es un honor verla princesa Deyanira.. pero.. que la trae por aquí?- dijo el pelinegro

-El placer es mío alteza, eh venido... de visita solamente, espero puedan recibirme hasta un par de días más-

-Por supuesto.. mañana tendré que asistir a los tribunales junto a la emperatriz.. así que probablemente por la mañana no nos encontremos, pero le asignare una dama de compañía-

-Los tribunales? Ay! Disculpe mi insolencia Majestad.. no es de mi incumbencia..- dijo Deyanira avergonzada por haber hablado sin pensar

-No se disculpe.. mañana.. habrá un juicio para divorciarme de la emperatriz- dijo el pelinegro

-D..Divorcio..?- dijo Deyanira intentando atar cabos

-Si.. permitame, tengo que resolver un asunto pendiente, mandaré escoltarla hasta su alcoba- dijo Sovieshu, minutos después Deyanira ya se encontraba en su cama.. hasta que vio por la ventana de su habitación, ver a Heinrey caminar apresuradamente y entrar al palacio de la emperatriz, llena de curiosidad y preocupación, Deyanira salió de su alcoba y caminó sigilosamente hasta donde vio entrar a su prometido, pidió permiso a las damas que escoltaban la puerta, siendo una princesa y la prometida del rey vecino.. hubiera quedado muy mal si le negaban la entrada, Deyanira caminó hasta la alcoba de la mujer y se quedó petrificada al oír la conversación, era la voz de Heinrey y esa mujer

-Entonces entraré a la corte y pediré permiso para casarnos Mi reina?- dijo el rubio, una voz femenina habló

-Así es.. si el sumo sacerdote acepta, podremos salir de la corte e ir a la residencia Trovi por mis cosas, luego partir a tu reino-

-Me encantaría poder celebrar nuestra boda lo antes posible, mi reina-

Deyanira ahogó un grito, Boda? Casarse? Heinrey había planeado casarse que con esa mujer y echarle del castillo? Con lágrimas en los ojos y el corazón roto, salió corriendo de ahí, no.. se negaba a perder a Heinrey.. pero parecía que ya estaba hecho, en su alcoba, pensó una y otra vez mientras innumerables lágrimas caían por sus rozadas mejillas, que hacer para mantener a Heinrey de su lado, recordó algo que el mismo Heinrey le había dicho ya hace bastante tiempo

•~•~•

-Si te humillan, si te golpean o te gritan, devuelvelo dos veces más fuerte, eres Deyanira Biddel, prometida de Heinrey I, eres mejor que cualquiera que se burle de ti, no permitas que se burlen en tu cara-

•~•~•

Eso es, ella iba a demostrarle que.. por más poderoso que fuera, nadie iba a rebajarla, ideó un plan, devolver el golpe dos veces más fuerte.. y con un posible aliado de su parte..

~Mi dulce venganza~ // Emperatriz Divorciada FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora