La sociedad

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Escuchas esas voces
te avergüenzas de creer lo que dicen, 
de pensar en el mismo viento.

No tienes en cuenta tus movimientos, 
eres solo un peón
de un juego de ajedrez vivo.
Como nos engañas sociedad
con esas lindas palabras
y atrás ya tienes el ancla para atarnos.

Claro sociedad, sigue mintiendo a ese
inocente laurel que no tiene ni un pétalo formado.

Enseña esa espada de doble filo
que amas usar cuando
alguien está en el suelo.

Muéstrales lo que siempre dices.
Haz que sigámonos odiando
como tú lo haces, 
déjanos ver esa envidia que se debe 
tener hacia la flor de alado.

Sin olvidar, que nos da el mejor consejo
el vivir fácil,
como la tan ansiada sociedad
nos lo hace creer.
Y tu como buena oveja déjate llevar,
continúa con ese mar de espinas.

¡Claro ríndete a la primera!, 
sin intentar alcanzar a ese arcoíris
que nos saluda.

Como siempre sociedad
trata de darte la importancia 
en cualquier ambiente,
sea en el sol o en la luna.


Imágenes, sueños, ideales,
colores, opiniones
se destruyen con la lluvia de estándares, 
tan estrechos y nada flexibles
que se creen superiores
al elástico que atas en tus pantalones.

Déjate llevar por ese ridículo juego,
que para eso existen las fotocopias.


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