live for lightwoods

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Bueno incialmente esta continuacion la iba a hacer solo para mi divercion, no se si les gustara yo la escribi para sacar la idea. espero les guste y no duden en comentar.

Isabelle llevaba dos semanas tratando de hablar con su hermano, se paraba al lado de la puerta a esperar que él le abriera o le hablara a través de esta, pero él simplemente no lo hacía, todos estaban preocupados, Clary, Simón, Jace, Maryse y por supuesto ella, Alec era una presencia importante en la vida de ellos, y el que estuviera deprimido solo lograba deprimirlos a todos.

Durante la primera semana Alec solo hablaba con Maryse, pero empezando la segunda no lo hacía con nadie, Maryse le había dicho a su hijo que solo el tiempo curaría pero el tiempo solo se lo hacía peor, estaba devastado.

Ya iban dos semanas desde que Alec se había internado en su habitación, no salía de ella, no hablaba con nadie, sus hermanos se estaban preocupando, Alec nunca había tenido una actitud tan destructiva hacia él mismo, no comía, no dormía, cuando sentía que se quedaba solo en el instituto destruía todo en su habitación, o al menos lo que le quedaba por destruir, no salía de casa, o al menos eso era lo que pensaban los demás, Alec, aun estando a una gran altura, se escapaba por la ventana de su cuarto salía por ahí porque sabía el estado en el que estaba, tenía ojeras, su piel estaba demasiado pálida, había perdido peso, no quería que su familia lo viera así, como dije salía por la ventana e iba a una licorería mundana y compraba gran cantidad de licor, el alcohol mundano no tenía el mismo efecto en los nephilims como en los mundanos, pero surtían efecto un poco más lento pero lo hacían, Alec había visto a Jace embriagarse y olvidar sus problemas, no solo a él, varios mundanos, subterráneos, nephilims afirmaban lo mismo, ¿porque Alec sería la excepción?.

Constantemente escuchaba golpes en la puerta, algunas veces era su Madre, otras sus hermanos, incluidas del diurno y de Clary, Alec no estaba de humor de hablar con nadie, no quería hacer nada, simplemente se sentaba en un rincón de su habitación, el que menos destrozado estaba y se ponía a tomar, a llorar, no había nada más que pudiera hacer, nada más que su cuerpo y su espíritu quebrado le permitiera hacer.

Había ingerido gran cantidad de alcohol eso era seguro, pues desde hace dos días veía a Max a un lado del cuarto, mirándolo dolido, Alec no pudo soportarlo más, no había llorado la muerte de su pequeño hermano, pero dicen que cuando estas tristes todo los momentos de tristeza vuelven a tu mente y te atormentan, esa fue otra explicación a la aparición de Max, Alec solo podía lamentarse, ahora junto con la perdida de Magnus también se lamentaba por la pérdida de su hermano. Cumpliendo los dos días Alec se levantó de su rincón y se acercó a sombra de su hermano.

-Max, lo siento, debí ser más fuerte y haberte salvado- Alec caminaba descalzo por los vidrios rotos y sus pies empezaron a sangrar, tal vez fue por el alcohol que adormecía su cuerpo, o la concentración que tenía en la sombra, no lo podría decir, pero no sentía dolor en sus pies, se acercó más a Max, pero este lo miro decepcionado, Max bajo la cabeza y la meneo, Alec retrocedió unos pasos -Max- sollozo, seguido trato de tocarlo pero su mano lo traspasó y seguido desapareció, Alec quedo petrificado, por dos días había estado hay, no se había movido, y ahora que Alec finalmente se había animado a ir hacia él, simplemente desaparecía.

-¿Max?- susurro Alec, al no obtener respuesta se derrumbó, dio un fuerte grito, el primer sonido que había hecho en 1 semana, era lógico, recrear la pérdida de su hermano, encontrar el apoyo para esa perdida en una persona y tiempo después perderla también, lo estaba llevando a la locura, el alcohol que había ingerido solo la aumentaba, llevándolo al punto de revivir la muerte de su hermano.

Alec se levantó, estaba desorientado, toda la habitación le daba vuelta, el dolor en su interior solo aumentaba, era insoportable, vislumbro a su izquierda una espada serafín, pensó que sería una buena forma de librarse del dolor, se acercó a donde estaba, se encontraba en el piso, la tomo en sus manos, no la invoco, para el acto que la quería usar esto era una deshonra, levanto su camiseta, posiciono la afilada punta en su pecho, ejercía fuerza para que esta se enterrara, gotas de sangre empezaban a brotar, escuchaba golpes esto solo fomentaban su locura. Se disponía a incrustar toda la hoja de la espada en su cuerpo pero se detuvo, una voz lo detuvo

I feel so Light...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora