TOUCH THE STARS | GEORGE WEASLEY (ESP)

5

LA FIESTA DE SLYTHERIN

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Finalmente entramos a la famosa Cámara de los Secretos. Fred abría el paso entre los Slytherins para dejarnos pasar, dejando a Lena, Alicia, Katie, Angie y a mi entre ellos, con George cerrando la fila detrás de mi.

La música estaba altísima y todos estaban disfrutando. La purpurina, todo lo plateado y el cuero negro brillaban bajo las luces verdes. En la distancia vi a Blaise en el hueco donde antes estaba la boca de Salazar Slytherin, reconvertida en un cubículo para el DJ. Como de costumbre, él estaba a cargo de la música.

No sé en qué momento sucedió pero antes de llegar al centro ya teníamos una cerveza en la mano. Theo se nos acercó.

— Buenas noches, Willow.— me saludó, dándome un beso en la mejilla y levantando las cejas al resto asintiendo.— Weasley, aquí tienes tu mierda.

Theo lanzó una pequeña bolsa con un tipo de hierba dentro a George, quien respondió dándole 3 galeones sin intercambiar palabra alguna.

Mientras Angelina arrastraba a Katie y a Alicia a la pista de baile, Fred corrió hacia donde estaba su novia, a la cual Draco estaba acompañando, y Lena empezó a mirar toda la habitación, interesada.

— Willow, voy a por otra bebida, ¿vale?— dijo George, moviendo los ojos de la mirada fulminante que le estaba echando a Theo, quien seguía a mi lado, a mi de nuevo suavizando la mirada.— Recuerda lo que te dije, ¿vale? Si algún imbécil te molesta, vienes directa a mi.

Asentí y me di cuenta cómo Theo ponía su brazo sobre mis hombros.

— No te preocupes, Weasley.— dijo con un tono seco.— Yo también estoy aquí.

George chasqueó la lengua y se fue, seguido de Lena, quien probablemente había visto a alguien interesante.

— ¿Por qué tienes que tocarle los cojones de esa manera?— pregunté, incapaz de esconder mi sonrisa, girando para mirar a Theo.

— Porque cuando se enfada se le pone la cara del mismo color que el pelo y parece una puta zanahoria. Así lo llama Draco.

La música cambió y una de mis canciones favoritas empezó a sonar. La multitud gritó y no pude evitar cerrar los ojos y mover las caderas despacio, al ritmo de la música, aspirando el humo y el alcohol presente en el aire.

— Ven, Theo, baila conmigo.— le agarré de la mano, intentando arrastrarle conmigo. Resopló y cogió su cajetilla de cigarros, encendiendo uno con precisión.

— Tía, sabes que no bailo hasta que no estoy colocadísimo. Dame unos minutos.— soltó una larga bocanada de humo, echando la cabeza hacia atrás, cantando la canción.— ¿Quieres ir a saludar a Blaise?

Me encogí de hombros asintiendo.

Theo me agarró de la muñeca para no perderme entre la gente y empezó a guiarme en dirección a la cabina del DJ. Subimos las escaleras improvisadas hasta el hueco donde estaba la cabina y encontramos a Blaise tomando un chupito de tequila mientras miraba la próxima canción que iba a poner.

— ¡Tío!— Theo le llamó, entrando en la cabina y haciendo ese saludo raro que todos los hombres parecían saber.

— ¿Qué tal todo?— dijo Blaise con una pequeña sonrisa. Sus ojos se encontraron con los míos por un momento y su sonrisa se convirtió en una burlona mientras me miraba de arriba a abajo.— Willow, te ves bien.