Rambo: El héroe del arco

Capítulo 3

— Comienzo del sueño retrospectivo—

septiembre de 1966

Vietnam del Sur

101 División Aerotransportada

"¿Por qué sigues tartamudeando, hijo?"

Un joven e impresionable muchacho de dieciocho años miró nervioso a su oficial, "N-no sé a qué se refiere, señor".

Un suspiro escapó de la boca del sargento, "No sé por qué se molestan en enviar a chicos como tú aquí, pero no te preocupes, esta publicación es una de las más seguras de la guerra. Así que relájate y deja de tartamudear, no eres muriendo pronto".

El joven permaneció en silencio, tratando de fortalecer su determinación. Es posible que haya sido reclutado, pero no había nada que pudiera hacer al respecto ahora.

"Entonces, ¿de dónde eres, hijo?" Preguntó el sargento de la 101 División Aerotransportada.

Intimidado por el contacto visual, el niño miró al suelo y respondió: "Bowie, Arizona... es un lugar muy pequeño".

"¿En serio? Bueno, soy de Buffalo, ¿y tu nombre? ¿Eh, hijo?"

"J-John Rambo".

El sargento miró al chico con curiosidad, "John Rambo, ¿eh? Un nombre increíble, te llamaré Rambo de ahora en adelante".

Decidiendo que el tiempo para hablar había terminado, el hombre mayor se puso de pie y dijo: "Bueno, vamos chico, pronto te quitaré ese tartamudeo. Por ahora, tenemos una misión que cumplir".

Rambo siguió tímidamente a su oficial al mando.

mayo de 1969

Sur de Vietnam | Dong Ap Bia | Colina 937 | Colina de la hamburguesa

101 División Aerotransportada

El campo de batalla era polvo y suciedad, todo cocido bajo un sol implacable. Los disparos y las explosiones plagaron a los soldados en tierra. Rambo estaba escondido detrás de la cubierta, agarrando su rifle M-16 como un salvavidas.

"¡Rambo! ¡Saca la cabeza de tu trasero! ¡No vinimos hasta aquí solo para morir!" El sargento al que Rambo se había encariñado gritó.

"¡P-pero señor, no podemos! ¡El enemigo está demasiado fortificado y en la cima de una colina!"

El sargento fulminó con la mirada a Rambo, "¡Me importa un bledo si están jugueteando con sus pollas en el lugar más fuerte del mundo! ¡Tenemos órdenes del alto mando y estamos asaltando ese maldito búnker!"

El oficial de la 101 Aerotransportada frunció el ceño al resto de sus hombres, "¡Y eso se aplica a todos ustedes, bastardos, también! ¡Crezcan un par de bolas y síganme!"

Aunque nerviosos y carentes de apoyo aéreo significativo, los hombres lanzaron sus gritos de batalla individuales y cargaron cuesta arriba. Rambo vaciló por un segundo antes de gritar su propio grito de guerra y atacar el búnker.

Rambo intentó borrar toda emoción para concentrarse en la tarea en cuestión. Su mirada estaba resueltamente adelante, pero aún sentía miedo. Ver a los diversos hombres a los que se había encariñado a lo largo de los años triturados como carne de hamburguesa lo hizo vacilar y arrepentirse de cada paso que daba cuesta arriba.

A través de uno de los agujeros en el búnker fortificado, asomó el cañón de una ametralladora. Rambo vio con absoluto horror cómo el arma lanzaba fuego infernal sobre todo su pelotón. Nunca antes en su servicio había visto el poder de una ametralladora contra hombres tan de cerca. Sus cuerpos se convirtieron en picadillo. Vio cómo caían sus cuerpos, flácidos y sin vida con unas pocas docenas de agujeros, solo para que otro hombre cayera con aún más agujeros en él.