I. Vuelta a casa

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New York , 05:30h

En la sala VIP del Aeropuerto John F.Kennedy  , se encontraba una de las mujeres mas distinguidas de todo Upper East Side y más icónicas it-girls del momento ; pero por el momento es irreconocible debido a la rojez que abunda por todo su cuerpo. Por muy pelirroja sea su melena o su piel de porcelana tenga un colorete natural no es esta la causa si no que es por el coraje y todas las lágrimas que había desprendido hasta el momento. 

Se puede decir que estos últimos días no habían sido los mejores de su vida y realmente es difícil de decir teniendo en cuenta a su madre.

A diferencia que en otras ocasiones , la benjamina de los Mendoza tenía ilusión de regresar a su tierra natal, a pesar de que no lo consideraba porque cómo decía su madrina era una ciudadana del mundo. 

Desde que tenía uso de memoria  , recordaba estar o pasar mayor tiempo de su vida en casa de su mejor amiga Carlota o en las habitaciones de distintos internados qué en su propio país.        Esta vez necesitaba curarse de una de las peores enfermedades del mundo , el desamor , y por ello se le había ocurrido que lo mejor era volver a la casilla de salida del juego por mucho que su queridísima amiga Carlota y la familia de esta última le hayan ofrecido cualquiera de sus tantas residencias familiares.

Era paradójico como el mal de amores hacía que algunas personas se fueran de su hogar como en el caso de su hermana de diferente madre , Marcela. En cambio , esto no cuadraba en el esquema de las jóvenes mujeres Mendoza que las hacía volver con una mano delante y otra detrás sin ningún tipo de reparos ; aunque , lo que le esperaba en su casa no sabía si realmente merecía la pena  como para impulsarle a continuar con esta decisión , tan solo era necesario recordarlo como para dudar de ello.

3 días atrás...

Tras una larga jornada laboral , una joven sofisticada se hacía camino entre la multitud de la gran manzana , dirigiéndose a su apartamento en Upper Manhattan en el que vivían su prometido.

Carmen nunca había amado los grandes lujos , al contrario de su querida madre y suegra , pero había sido un regalo de sus suegros por su compromiso ; pero , por poder caerle un poco menos mal a su suegra hacía lo que fuera , e incluso convertirse en una de las frívolas hijas de las amigas de su madre.

No obstante había una causa mayor y era Henry , quien era su prometido y futuro marido.Su relación no había sido fácil nunca , desafiando a sus hermanos y amigos porque sostenían la ridícula idea que no era el hombre adecuado. Cada vez que lo mencionaba o pensaba en su persona solo podía suspirar o sonrojarse según el pensamiento que se le viviera en la cabeza. Agradecía cada momento de su vida que había pasado a su lado hasta tal punto que creía que vivía en un sueño por lo idílica que estaba siendo su vida con temor a arrepentirse. 

A diferencia de otros días , no tenía ganas ni ninguna ilusión por llegar lo más temprano posible a su casa. Una sensación extraña o sexto sentido corría en su interior , advirtiéndole del peligro que se avecinaba.

 - Babe! I'm at home! . - mientras se cerraban las puertas del ascensor.El no encontrar a Henry en el salón le hacía despertar de nuevo sus alarmas , más aún por los extraños sonidos que procedían de la planta de arriba.

 - Henry I just arrived - gritaba sin ser escuchada. Aproximándose al lugar que procedían y su corazón bombeando más rápido que nunca al sentir que cabía una remota posibilidad que la peor de sus pesadillas se hiciera realidad.

Se encaminaba a buscar a su prometido al dormitorio. Al subir por las escaleras , se acentuaban cada vez más los sonidos , o más bien los gemidos que procedían de la habitación , y que cuanto más se acercaba lograba identificar al menos una de las personas que se encontraban en este cuarto. 

¿Un Valencia y una Mendoza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora