𝔇𝔢𝔩𝔦𝔠𝔦𝔬𝔲𝔰 𝔖𝔢𝔠𝔯𝔢𝔱

1.4K 142 1
                                    

— ¿Cuál te gustaría? - preguntó mientras revisaba el pequeño estante que estaba lleno de cuentos de fábula.

— ¡El del hada papi! - hablo emocionada mientras levantaba las manos y sonreía.

Jimin sonrio al ver a su pequeña emosionarse por aquel cuento. Campanita seria lo que esta noche haría que su hija transmigrara al mundo de los sueños.

Con el libro en sus manos, el pelinegro camino hacia la cama y se sentó en la orilla.

— Campanita era una hermosa hada... - así fue relatando aquel cuento de en sueño.

Park Jimin era un hombre sumamente feliz y realizado, pues tenía una hermosa familia, un esposo que amaba con cada gota de su ser y dos bellos hijos, una niña y un niño, ambos con solo un año de diferencia.

Conoció la felicidad al estar junto a Jeon Jungkook, un bello pelirubio de ojos Canela. El lo había conocido en su tercer año como director de una editorial, el rubio entró a trabajar como editor. Jimin podría decir que el joven llamó su atención desde el primer momento, con esa voz tan tímida y la forma tan respetuosa en la que se expresó, lo ganó desde el primer momento.

Ambos se fueron acercando mediante los días iban pasando, después de meses salieron con la intención de ser algo más que amigos, quizás sus corazones ya sabían que eran el uno para el otro, almas gemelas destinadas a una felicidad sin frenos ni problemas.

Habían pasado solo dos meses desde que se casaron para dar buenas nuevas con la noticia del nacimiento de su pequeño JunJae. El niño de cabellos castaños y ojos bambi, era la viva imagen de su padre Jungkook, aunque su carácter era igual al de su papá Jimin.

Por el contrario, la pequeña Mina, era la imagen de su papá Jimin, con los labios gruesos y rojos más su cabello negro, ella era muy hermosa y su carácter algo tímido la hacía ver como una pequeña muñeca.

La vida de esta familia era muy completa, todas las noches, ambos padres se turnaban para atender a sus hijos, contarles cuentos y arrullarlos en las frazadas.

Aunque esta noche era especial.

Jimin suspiro con una sonrisa cuando vio a su hija dormida en su cama, la arropó y le dio un beso en su cien.

Con pasos lentos salio de la habitación.

Ya estando en el pasillo, su cuerpo vibró ansioso, camino a paso apresurado a la planta de abajo de su casa para después bajar las escaleras que daban al sótano.

Cada tres días, era tradición exquisita probar del cuerpo de su marido, para esto, el había mandado a construir una habitación insonora, oculta en el fondo del sótano, esta contaba con todos los juguetes sexuales que a la pareja le gustaba, era una experiencia placentera, y esta sería la primera noche en probarlos todos.

Porque no dormiría hasta saciarse del cuerpo de su marido.

Con una mano tomo en el pomo de la puerta, la giro lentamente para entrar a la habitación,  sus labios se abrieron con sorpresa a la vez que su cuerpo reaccionó ante la vista.

Frente a el se encontraba su esposo con las mejillas sonrojadas vestido con un boxer de encaje transparente en color negro, sus piernas se veían blanquecinas y fuertes.

En su cuello tenía una gargantilla negra con una cereza de adorno. Subió su vista y visualizo su rostro, aquel que tenía una sonrisa ladera de labios rojos.

Este hombre sabía como lo ponía.

— ¿Que esperas Jimishi? – su voz acaramelada fue acompañada con el abrir de sus piernas, una clara invitación a la lujuria.

𝔇𝔢𝔩𝔦𝔠𝔦𝔬𝔲𝔰 𝔖𝔢𝔠𝔯𝔢𝔱  •Jikook OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora