Camila Madrigal

Capítulo 3

El chico misterioso entró a mi habitación, movió uno de sus dedos y no me pude mover, no podía ver su rostro pero sabía que iba a hacer algo malo, me acariciaba y me sentía inútil al no poder hacer nada, estaba desabrochando los botones lentamente y disfrutándolo, me puso en una posición comprometedora y el sabía que quería que lo viera, cuando el estaba apuntó de entrar sentí un temblor y desapareció, de igual manera me desaparecí

Desperté totalmente empapado, el sudor incluso empapó la cama, mi respiración estaba agitada, claramente había sido un sueño pero temía porque algo así pasara, no había tomado en cuenta algo como eso

Despierta primita—decía Mirabel entrando
Hola—respondí algo asustado
Parece que tuviste una pesadilla, ¿todo esta bien? —dijo acercándose y sentándose junto a mi
Fue un sueño malo, pero no te preocupes, después de todo solo es un sueño —dije percatado que si estaba muy preocupada
Ten, ya esta lavado, puedes cambiarte la pijama sudada de Isabela, te dio una muy caliente, te debió prestar un camisón o algo parecido para que no tuvieras calor — dijo tocando la tela
Me voy a bañar, no quiero estar todo oloroso y apestoso ¿algún consejo? —dije entrando a mi baño
Pues tenías muy buena higiene de hombre, no va a ver problema ahora, solo que no te avergüenzes, después de todo, es tu mismo cuerpo —dijo saliendo dejandome a mi privacidad

No quería tardarme mucho así que lo hice lo mas rápido que pude, solo tuve que bajar el agua caliente un poco porque ahora tenia mi cuerpo mas sensible
Salí, me puse de nuevo el sujetador, mi ropa interior y tome el vestido que olía muy bien, lo habían lavado con la ropa de ellas y por eso olía tan rico

Tu mamá llegará en unas horas —dijo Mirabel en el balcón
Ya lo hice con la demás familia, no creo que sea difícil con mi madre —dije con sarcasmo
En especial será difícil con la abuela, aunque se libero un poco con lo de los dones y el pueblo, ella quiere aun el apellido en alto y será difícil si es que quedas atrapado para siempre así, solo quedaría Toñito para heredar el apellido —decía Mirabel mientras íbamos caminando por la casa
Cierto, el tío Bruno ya no está en edad —dije riéndome

Hola muchachas... o muchacha y muchacho o muchacha y muchachocha... Es difícil, solo te diré Camilo... ¿o estás más cómodo con Camila? Cómodo o cómoda —decía Bruno muy confundido con sus sobrinos
Dígame como guste, después de todo lo menos que quiero hacer es incomodar—decía tomando su mano
Bien, te voy a llamar Socrates entonces —dijo Sonriendo y marchando a la cocina

Los dos primos rieron enseguida
Me recuerda a cómo nos divertíamos antes de recibir tu Don —decía Mirabel nostálgica
Si y ahora gracias a él y a mi aburrimiento me quedé así —le respondí

¡¡¿CÓMO QUE CAMILO YA NO ES CAMILO Y QUE MAS PERSONAS APARTE PERDIERON EL DON?!! —Se escuchaba aún lejos de casa
Si tuviera mi Don tal vez me hubiera aturdido —dijo Dolores, lo que hizo que pusiera sonrisa a todos en la mesa
Pensé que tardarían más en llegar —comentó Julieta sirviendo la comida
Y al parecer no sabía la historia completa —dije nervioso por cómo reaccionaria mi madre

Camilo, mijo — dijo rápido al entrar a la puerta, me miró confundida y rápido me abrazó
Hola mamá, es raro no estar empapado ahora —dije viendo que también había perdido su Don
Mi amor, que estabas haciendo —me preguntó
Me aburrí y tomé esta forma, un chico robó la mecha de la vela y me quedé atrapado así, es como si estuviera mi transformación pausada o algo así lo pienso yo, ya que mi herida en un brazo no ha sanado aún no con la comida de mi tía Julieta —dije dándole un breve resumen
Que bueno que estas bien mijo, no me importan los dones ahora mismo, estas muy linda, me recuerdas mucho a Dolores a tu edad, solo que con tu carita muy linda... No me digas que hiciste tu pecho mas grande que el de Mirabel solo por molestar —dijo mirándome detenidamente
Sabía que cualquiera pensaría lo obvio —dijo Mirabel con una arepa en su boca
¡Camilo, quiero hablar contigo a solas en mi habitación... Ahora —dijo la abuela a lo que todos se quedaron en silencio y mirando a Camilo asustado