Dos Milagros Enamorados [Bruno Madrigal y Tú]

Capitulo 7

En el comedor se encontraba toda la familia reunida, para festejar el regreso de Bruno, estaban planeando hacer un gran evento en casita, aunque este se negaba. Mientras la familia planeaba las decoraciones y la comida que habría el pequeño Álvaro tomó a su madre por la falda, dando leves jalones.

______: ¿Álvaro, qué pasa? - dijo arrodillandose para quedar a su altura.

Álvaro: Mamá, por qué estás triste? - el pequeño puso una mano en la mejilla de su mamá, sacando un ligero brillo rosa - Ni siquiera con mi don puedo quitarlo - al pequeño le empezaron a salir lágrimas mientras hacía un puchero.

La pelinegra tomó la mano del pequeño y suspiró, no dijo nada, solo lo pegó a ella dándole un fuerte abrazo, al que se unió después el pequeño Pedro, no entendía por qué se abrazaban, pero quería unirse.

María estaba observando la escena, le daba envidia ver a ______, no entendía cómo podía tener dos hijos y seguir viéndose hermosa, sabía que era joven, pero eso no era suficiente para ella, así que decidió investigar más sobre la pelinegra, iba a descubrir su pasado y cómo había llegado al pueblo, para así hundirla.

Cuando el abrazo finalizó ______ le dió un beso en la frente a sus hijos y les dijo que fueran a jugar con Toñito, ellos aceptaron con una gran sonrisa y se fueron con ellos, se levantó y pegó un leve brinco cuando escuchó una voz masculina atrás de ella.

Bruno: Tus hijos son adorables - comentó poniéndose a su lado.

______: Gracias - volteó a verlo y automáticamente la conversación que había escuchado volvió a su cabeza - Así que, estuviste tras las paredes todo el tiempo, eh?

Bruno: Sí bueno - soltó una leve risa y continuó - No quería dejar a mi familia.

______: Eso fue - hizo una breve pausa y siguió hablando - Muy lindo de tu parte.

Ambos se vieron fijamente a los ojos, estuvieron así unos segundos hasta que María llegó, le dió un gran y profundo beso en los labios a Bruno y luego se lo llevó casi arrastrándolo.

______: Ahora que ha vuelto, ella tendrá lo que quería, pero, a qué costo Bruno? - suspiró y caminó hacia Camilo, lo tomo del hombro y con cuidado lo guió a otra habitación - Los escuché hablar, así que suelta la sopa.

Camilo: - con notoria sorpresa empezó a hablar- Ella es ambiciosa, quiere poder y al no poder tenerlo de forma "natural" como nosotros, decidió que casarse con mi tío Bruno se lo daría - soltó un suspiro y continuó - Al inicio si lo amaba, pero después ese deseo de poder pudo con ella, empezó a utilizar a mi tío para su propio beneficio mientras manipulaba a mi abuela para que la amara - volteó a ver a la pelinegra a los ojos y continuó hablando - La irse mi tío ella enloqueció, la gente decía que sufría por desamor, pero realmente ella estaba enojada por qué su oportunidad de tener poder se había ido, así que la abuela me mandó a cuidarla - sus ojos se llenaron de lágrimas y empezó a temblar - Ella me obligaba a transformarme en Bruno y leerle los poemas que él le había escrito, además de complacerla y decirle que tendría todo el poder que ella quisiera, cuando yo me negaba ella me castigaba, de formas muy feas y luego iba con mi abuela a decirle que yo la había lastimado.

La pelinegra se acercó a él para abrazarlo, estaba sorprendida, pues lo único que había escuchado de la conversación de María con Camilo había sido la amenaza que esta le dió, diciéndole que si hablaba con Bruno sobre lo que ella le había hecho, el moriría, y ella se encargaría de que pareciera un accidente.

Camilo: Ella quiere volver a aprovecharse de mi tío y yo no puedo decirle nada o advertirle - sollozó - Él la ama, aunque estuvo tras las paredes no podía enterarse de nada, ya que ella me obligaba a hacerlo en su casa - el abrazo se hizo más fuerte y suspiró - Por favor, ______, ayudame.

______: Te ayudaré, Camilo, no sé cómo, pero lo haré - sonrió ladina y le dió un beso en la frente, el pobre niño estaba sufriendo, mientras que a la pelinegra le ardía la sangre, quizá no lo conocía de mucho tiempo, pero se había ganado su cariño, además de que trataba muy bien a sus hijos, así que debía idear un plan para que María se delatara sola.