Un bocadillo muy ruidoso

179 27 15
                                    

Un suave silbido salió de los labios del joven Akshan al entrar a la amplia habitación, el lugar estaba intacto. Como si el tiempo no hubiera pasado por allí, el suelo los muebles, las ventanas todos estaba sano y limpio. Al dar unos pasos la puerta se cerró detrás de él.

Eso nunca es bueno... -dijo mirando un momento a la puerta, revisando la habitación con sus ojos-

Ciertamente no fue tu mejor idea... -se escuchó una profunda voz desde la amplia cama en la habitación, la figura estaba sentada de espaldas a su visitante-

Lamento interrumpir, si pudiera abrir la puerta con gusto me marcho... -sonriendo tratando de salir de la trampa en la que solo se puso-

Tengo hambre... -con un rápido movimiento se paró frente a este- considerare si dejarte ir después... -sus ojos verdes se tornaban en un color carmesí, ante la cercanía repentina Akshan retrocedió un paso para darse algo de espacio-

No soy muy delicioso la verdad... mis amigos dicen que soy bastante agridulce... -ríe nervioso tratando de mantenerlo a distancia-

Ahora eres mío... -afirmo Viego atrapándolo con su magia de niebla negra-

¿Eso es una afirmación o un comentario?... -dijo nervioso con una sonrisa algo forzada-

Eres un humano muy ocurrente... -afirmo –

Solo estoy abierto a las posibilidades... -riendo nervioso digo el moreno-

Y muy ruidoso... -agarrando su barbilla y apretando sus mejillas con una mano apretando un poco su cara-

Suelo ser el hablador del equipo, ya sabes el que mantiene a todos despiertos... -tratando de distraerlo para que no lo mordiera, usando su otra mano aflojo la ropa del moreno, su mirada estaba enfocada en su cuello. –

¿Esto va un poco rápido no crees? Normalmente primero es una cita antes de quitarse la ropa... -el vampiro ya no hacía caso a sus comentarios, abrió su boca un poco dejando ver aquellos filosos colmillos hambrientos. -

Perforaron su cuello con fuerza haciéndolo soltar un quejido de dolor, Akshan no podía moverse por la habilidad de Viego. El vampiro coloco su mano en la boca de este callando sus quejas, la batalla estaba perdida para el humano. Sus fuerzas lo abandonaron dejando en sus ojos una mirada perdida y una respiración agitada.

Callado eres más delicioso... -afirmo el vampiro lamiendo las mordidas que había provocado mientras su otra mano se ajustaba a la cintura de su víctima para morderlo más cómodo-

Vampiros AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora