『𝟙』

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Los días de preparatoria estaban llegando a su fin, estaban a pocos días de su graduación por lo que el ambiente en los salones de clases era de nostalgia.

- Extrañaré Okinawa ¿No crees que debimos postular a una universidad más cercana? Tokio está a muchos kilómetros - comentó Langa con mirada triste mientras veía por la ventana.

- ¿Y crees que no busqué? Lamentablemente no estaba lo que yo quería para mi futuro en las universidades cercanas, la mejor universidad de arte está en Tokio, y además yo no te obligué a irte conmigo, tú decidiste acompañarme - le recordó Reki sonriendo.

- ¡Por supuesto! No iba a dejar que mi amigo se fuera solo a miles de kilómetros, tú no eres un chico de ciudad... te perderías en los trenes y en las calles - bromeó Langa - además si no voy contigo ¿Quién te cuidará? Eres muy irresponsable con tu salud y debo vigilarte.

- Es verdad, solo viajé para el examen y ya no sabía dónde estaba, pero no creo que me cueste acostumbrarme - analizó Reki recordando lo complicado que era Tokio - ¡Gracias por cuidar de mi todo este tiempo! A veces pareces mi madre regañándome.

Reki desordenaba el cabello de su amigo con una gran sonrisa mientras Langa reía alegremente con un leve rubor en sus mejillas.

Ya finalizada la ceremonia de graduación, todos los compañeros comenzaban a despedirse, sus caminos se separarían, algunos seguirán estudiando, otros se quedarían en la isla, otros se irían a otra ciudad o país

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Ya finalizada la ceremonia de graduación, todos los compañeros comenzaban a despedirse, sus caminos se separarían, algunos seguirán estudiando, otros se quedarían en la isla, otros se irían a otra ciudad o país.

- Me dolería tener que separarme de ti - dijo Reki al ver a sus demás amigos abrazarse mientras lloraban.

- ¿En serio? - respondió Langa sonrojado y con una pequeña sonrisa.

- Si, eres un gran amigo, como un hermano para mi.

- ¡Oh! Con que era eso... - la sonrisa en su rostro se borró inmediatamente.

- ¡Chicos! - un compañero de clases corrió hacia donde se encontraban ambos.

- ¿Qué ocurre? - preguntaron ambos a unísono.

- Hoy habrá una fiesta en casa de Yato, sus padres no estarán y haremos una fiesta de graduación.

- ¿Así como en las películas de Hollywood? - preguntó Reki ilusionado y con ojos brillantes.

- Algo así, lleven algo para beber, nos juntaremos a las nueve ¿Irán verdad? Es la última instancia que tenemos para estar todos juntos.

- No lo sé... - respondió Langa sin ánimos.

- ¡Claro que iremos! Langa no podemos perdernos esta oportunidad, estoy seguro que quedará grabada en nuestras memorias.

Langa miró a su ilusionado amigo y suspiró de resignación.

BɾσƙҽɳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora