Capitulo 1

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Marzo 8 del 2019


"No seas estúpida", era una frase muy repetitiva en mi cabeza, ¿La razón? Era muy patética, a los 18 años de edad solo era una chica tímida que medio instituto admiraba solo por escribir artículos muy buenos para el periódico escolar.

Algunas chicas se identificaban conmigo por esos pequeños retazos de palabras que solía decir en ese periódico. Escribía bobadas, a las cuales le gustaban mucho a algunas personas. A mi por lo general, me parecía algo superficial, aunque yo no soy quién para juzgar los gustos de los demás.

Mi nombre es Erica, una chica un tanto patética con problemas mentales (Perdón, aclaremos que los problemas mentales no son de verdad, solo suposiciones de las adolescentes que hoy en día decirse a si mismas que están locas es sumamente normal), los cuales me los había pegado mi mejor amiga. Pero no hablemos de ella por los momentos, hablemos de mi y mi extraño comportamiento al ser una "adulta":

Punto número 1) soy de esas chicas que se ríe por todo, incluso, si pasas por mi lado y me dices pudín, obvio que me voy a cagar de la risa. 2) soy patética, pero no tanto como la chica de Boulevard. 3) a pesar de que tenga mis 18 años, aún tengo que pedir permiso para salir de casa, a veces me escapó, pero repito, es solo a veces. 4) una vez le partí el palo de una escoba en la cabeza de Lauren, una chica que le gusta humillar a la gente y una vez se intentó burlar de Karen, mi mejor amiga, y es así como lo pagó.

¿Consejo de vida? Nunca te metas con algún ser querido para mi, puedes terminar como Lauren.

¿Saben algo? Me cansé de la absurda lista de como soy; mejor comencemos con esta fatídica historia y vayamos a mi primer día de clases en la Universidad.

Estoy lista para irme a la Universidad cuando mi padre me llama por teléfono.

-¿Alo?

-Cariño, se que es tu primer día de clases y quería saber si cuando salgas, podríamos ir por un helado y platicar.- Notaba su voz un tanto nerviosa, lo sabía, no teníamos buena comunicación.

-Está bien, te texteo cuando salga.

Solía ser un tanto odiosa con mi padre, pero esta vez sí tenía ganas de hablar con el; solo un rato, además, dijo helado, y si algo soy, es tragona.

Bajando las escaleras de casa me tropiezo con mi madre, ella me observa con cautela y me analiza.

-¿Que pasa?- la observo igual y hay una pizca de disgusto en sus ojos café.- Sé lo que dirás, así que mantén tu boca cerrada.- Sabía que no se quedaría callada, así que exclamó.

-¡Vergüenza debería darte por usar esas faldas!- Me mira con el rostro pasmado de asco.

-No opines ¿si? Tu cuando te pones tus faldas de abuela con estampado de flores nadie dice nada.

-¡Mis faldas son conservadoras!- Estaba apunto de entrar en un ataque de histeria.

-Mamá, tienes 37 años, y una figura muy hermosa, no te pongas esas faldas, te pareces a mi abuela Narcisa.- Y le damos la bienvenida a su risa escandalosa, lo sé, tengo un sentido del humor muy bueno, pero solo para hacer reír a mi madre; a los demás, fracasé.

Me veo en el espejo que hay en la sala, y me gusta lo que veo. Tengo puesto, una camiseta de tirantes blanca, una falda negra, que me llega hasta la cintura, con unas converse negras, y mi chaqueta de cuero, la incondicional, siempre hacia frío en todo el año, no importaba en que estación del año estuviéramos, la brisa siempre era fría.

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2022 ⏰

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