La vida de un adolescente, es una guerra continua. Una guerra contra ti mismo. Donde el terreno, es un campo de minas. Donde no sabes hasta qué punto tienes aliados y hasta qué punto tienes enemigos. Donde hay más traiciones que lealtades. Donde no sabes a que hacerle caso, sí a tu instinto o a tu corazón.
La vida de un adolescente es una guerra constante, consigo mismo, contra una autoridad, que puede ser un profesor o tus padres, contra otros como tú. Es una guerra de todos contra todos.
Y la peor de todas, es la de entre adolescentes. Esta es la más dura porque se rige por una sola regla. La ley de la jungla; o comes o te comen. ¿Prefieres ser un depredador o la presa? Tú eliges, tú decides.
El instituto es una guerra constante contigo mismo, con tus compañeros, con tus profesores, con tus padres, con tus hermanos, si es que tienes. Es todo un conjunto de mini guerras que acaba en una guerra enorme, de la que no vas a salir ileso.
Vas a tener heridas, algunas más grandes, más profundas, otras seran simples rasguños. Pero las peores heridas que vas a poder tener en esta gran guerra, son las emocionales. Y esas heridas normalmente, son por traiciones
Por sentir que en quien más confiabas, no era lo que creías. Porque sin darte cuenta, has pisado una mina, y esta ha explotado, llenándote de metralla.
Y esa metralla, no es buena, es tóxica.Sí eres listo y/o un poco ávido, podrás salir de esa, pero siempre estarás marcado. Esa metralla, ese dolor, no desaparece, no se desvanece. Seguirá contigo el resto de tus días. Y la peor parte de esto, es que siempre pensaras que fue por tu culpa.
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Pensamientos de una adolescente
Short StoryReflexiones, de diferentes temas, sobre la vida adolescente. Es mi opinión y es un borrador, así que es probable que haya faltas de ortografía.