MUNDO DE DOLOR

CAPITULO VII

                        "LA FIESTA (PARTE 2)"

Camino de prisa hasta llegar a la piscina, veo con más detenimiento que han colocado un arco con flores blancas y Dayana está hablando por un micrófono allí parada.
Trato de buscar a Freddy y Arleth con la vista y los localizo, están en frente mío.
Voy hacia ellos y por otro lado se acerca también Raziel y tras él dos muchachos, a uno reconozco muy bien, es Evan, pero el otro, un completo desconocido.
—¿Qué es todo esto?—les pregunto y ellos solo se encogen de hombros.

—Mi madre a estado muy rara durante el día—    me comenta Evan.

Mi amistad con él, se podría decir que a sido buena, de todas las personas que están alrededor mío, Evan nunca a tratado de hacerme daño. De todas formas el miedo constante a que me traicionen crece más.

—Y a la mía no la encuentro por ningún lado — le respondo. Y yo sigo con mis intentos fallidos de localizar a mi madre. Veo como Freddy y Arleth se comen con besos escuchando el enorme discurso de Dayana, sobre el amor.

—De tal modo, queridos amigos, invito a Laura y Susana, que se acerquen a mi.—  pide Dayana y sonríe como tonta mirándome.
Yo quedo estupefacta. Dayana acaba de pedirme que me acerque hacia ella. Esto tiene que ser una broma.
Yo me acerco y mi madre, que estaba desaparecida, llega junto a mi.

—Dayana, ¿Qué significa todo esto?—le pregunto por lo bajo. No hace falta decirle señora ya que sé que le molesta.

—Laura esto es una sorpresa.— me guiña el ojo y vuelve a encender el micrófono. —Asi mismo invito a mi hijo, Evan, ¿Puedes acercarte? Cielo.—

Evan también confundido con todo esto, empieza a caminar hacia nosotros. Mi madre me toma por ambos hombros y me guía hasta quedar al pie del arco de flores y Evan hace lo mismo.
Yo me quedo mirándolo a la cara, esperando alguna explicación .
Pero entonces Dayana vuelve a hablar y nos deja fríos a todos.

—Está fiesta la hemos organizado Susana y yo , para anunciar el compromiso de nuestros hijos.—

Así en seco, de un golpe, siento como mi mundo se detiene. ¿Qué es? ¿Decepción? ¿Irá? ¿Cómo pudo hacer eso mi madre? Sin consultarme.
Miro a Evan y está igual de paralizado que yo, busco a Freddy con la mirada y me doy cuenta que él ya a empezado a caminar hacia mi.

—Vamos— me dice Fred y me pasa su saco por mis hombros, es cálido.

—Freddy, ¿Qué pasa? Deja a mi hija. ¿No vez que ella está ocupada ahora?— grita mi mamá y yo solo le puedo regalar mi desprecio en una mirada.

—¡Susana basta!. ¿Qué demonios te pasa?— las manos de Fred están temblando y haciendo presión en las mías. Está muy enojado y sinceramente si yo no me sintiera como una mierda ahora, sería yo la que estaría gritando hasta más no poder.

—Laura ven conmigo por favor— me pide Evan, cuando estoy por alejarme de todos con él, mi cuerpo automáticamente busca ese rostro. Lo localizo y nada... Nada, ni una expresión, ni un sentimiento reflejado en su cara.

—Laura, no.— Freddy me sujeta más fuerte y yo me libero de su agarre.

—Puedo hacerlo— le contesto y seguidamente Evan toma mi mano y me lleva hacia la oficina de su padre, mi madre y Dayana vienen tras nuestro pero Evan cierra la puerta antes de que ellas puedan entrar.

—¿Tú sabías de esto? — la pregunta abandona mi boca casi involuntariamente.

—No, Laura, no sabía nada pero ¿Eres conciente de que la empresa de tu madre irá a la quiebra debido a todos los escándalos dados en los últimos meses? Si eso pasa mi madre también quebrará y no es que nos importe mucho, nosotros tenemos a nuestro padre pero tu madre... —