In My Dreams ; TaeKook

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Había planeado quedarse cuanto más pudiera en el bar, pero mientras más solo se sintió entre tanta gente desconocida más comenzó a designarse ante la idea y a unos cuantos minutos de la partida de Hoseok, la sensación abrumadora de que algo no iba bien solo aumentó en cuestiones de preocupación.

ㅡLe recomiendo esta vez probar un poco de nuestra lista especial, o talvez quiere un...

Estaba tan inmerso en sus pensamientos con la mirada fija en la Copa vacía mientras esperaba a que el hombre que le recomendaba qué bebida tomar terminara de hablar, aunque poco a poco comenzaba a perder la paciencia.

ㅡEntonces, ¿qué prefiere que le sirva?.

ㅡNo... Ya no deseo nada, gracias. Deme la cuenta, porfavorㅡ le ordenó al bartender y este inclinó la cabeza con la mirada confundida.

ㅡ¿Está seguro?. Porque también le puedo ofrecer más, por ejemplo...

ㅡLe dije que noㅡ interrumpió levantando más la voz.
ㅡVerá...ㅡ apoyó los codos en la mesa tomando un poco de aire.
ㅡEn realidad sí tengo a alguien con quien pasar este día especial y me está esperando en casaㅡ sonrió débilmente y entonces el chico entendió apresurándose en darle la cuenta.

Minutos después se vio marchándose de ahí, volviendo por el mismo camino de vuelta, sus pasos más apresurados que antes, esta vez ya no le prestó atención a su alrededor ni pensó en su soledad, tan solo quería volver a casa lo más rápido posible.

Las palabras dichas por Hoseok en su plática con él estaban tan vivos dentro de su cabeza que lo escuchaba con tanta claridad que por primera vez empezaba a tomarle tanto sentido aún si todavía no llegaba a comprender a qué se refería. Fue tanta su impaciencia que incluso comenzó a correr por el camino, de esa forma hasta que llegó a su edificio y subió los escaleras de la misma manera.

ㅡ¡Jungkook, estoy en casa!ㅡ dijo en voz alta cuando abrió la puerta después de ingresar la clave y entonces trató de recuperar el aliento cayendo de rodillas en el piso, cansado de haber corrido por minutos que no supo contar, estaba tan perdido que lo único que supo era que el dolor en sus piernas lo estaban matando.
ㅡ¿Jungkook?...ㅡ le pareció un poco extraño que para esas horas las luces aún estuvieran apagadas y no porque estuviera todo oscuro, de hecho, el atardecer estaba pronto a suceder pero aún no era noche, lo pensó porque en realidad Jungkook le temía a la oscuridad y solía encender las luces antes de las cinco. Dato que lo llevó a preguntarse si el azabache había salido a algún lado con el mismo propósito que él en un inicio, que era distraerse de los problemas y su último encuentro no terminó en buenos términos, así que era muy probable que eso haya sucedido.

Pasó sus dedos por su frente empezando a sentirse frustrado, era la primera vez que habían descutido de tal forma en doce años y moría por arreglar las cosas con él, estaba dispuesto a admitir que la culpa era suya, y es que todo el problema lo formuló él por no aceptar que había perdido el amor de la rubia, sin embargo, ahora que analizaba mejor el sentimiento... ya no le afectaba tanto como pensó.

Se puso de pie minutos después de haberse sentado justo en la entrada y no olvidó quitarse los zapatos ni el abrigo antes de entrar por completo. Entró a su habitación decidido a tomar una ducha porque comprendió entonces que claramente estaba en un pésimo estado, había descuidado por completo su apariencia y su higiene, además también de que tenía la cabeza casi a punto de explotar y solo quería dormir. Normalmente era muy tolerante al alcohol, pero suponía que ya había excedido su límite.

Cuando estuvo a punto de meterse a su cama después de una larga ducha y de haberse puesto una pijama limpia, se detuvo y a cambio se dirigió a la sala, para esperar a su amigo de greñas negras ahí.