Para cuando decidas regresar

Día 2 sin ti (07/02/2022)

Lunes
Hoy apenas es el segundo día y escuchar mi despertador fue casi una pesadilla, ese sonido representaba el tener que volver a mi nueva realidad, realidad en la que estaré sin ti una cantidad de días inseguros, concebir el sueño era prácticamente imposible, por lo que despertarme no parecía tan difícil si estuvieras aquí, pero no lo estás y despertar era abrumador; hoy tenía que ir a clases, cuando realmente solo quisiera encerrarme en una burbuja y no salir hasta que vuelvas, no quería recordar lo difícil que era estar sin ti por ende había casi olvidado la fea sensación que sentía al hacer cualquier cosa, pero he vuelto a vivirla, hasta bañándome siento ese vacío dentro de mí. Pero la existencia de las cosas no se puede evitar, así que tuve que ir a la Universidad, mi cuerpo se encontraba allí, en una clase que ni sabía cuál era, pero mi mente y mi ser estaban en otro lugar, no supe cuánto tiempo pasó hasta que tuve que ir a almorzar, la cafetería estaba vacía tanto como yo, almorzar se me hacía tan patético, pues estaba haciendo lo que me pedías aún cuando ambos sabemos que no lo estabas haciendo en ese momento. El día transcurrió como cualquier otro, salí de clase a las 3 de la tarde, el día estaba frío, caían unas pocas gotas de lluvia, a diferencia de mi corazón, allí caía una tormenta. Al llegar a casa decidí acostarme a dormir, así evitaría el sufrimiento aunque fuera unas pocas horas y así fue, desperté casi dos horas después, salí con mi papá a comprar un helado y al regresar me senté en el frío patio a mirar el anochecer, fue tan fugaz como la inspiración que tuve, decidí aprovecharla y saqué mis audífonos y empecé a escribir esto mientras escuchaba la canción que me hace llorar, pensándote, la misma que escuchaba cuando nos alejamos por primera vez, Si te pudiera mentir sonaba a 100% de volumen en mis audífonos mientras un mar de lágrimas caía por mis mejillas, y así estuve aproximadamente una hora hasta que decidí volver a dormir, pensando que eso me haría sentir mejor, cuando ambos sabemos que no hay paz en la soledad que no decides tener.
Toda la noche solo pensé en el poema que te hice, el miedo que sentí al escribirlo se hizo realidad, ahora ya no estás, ni cuando cierro los ojos puedo verte, porque me niego a soportar más dolor, descubrí cuánta dependencia emocional tengo con los demás para sentirme bien conmigo misma, pues desde que te fuiste inconscientemente me alejé un poco más de toda mi realidad y aún allí en ese lugar vacío no he podido encontrar calma para mi alma.