Los ojos de la morocha lentamente comenzaban a cerrarse del cansancio. Volar más de diecinueve horas y no haber dormido un carajo gracias al jetlag y la ansiedad que manejaba por llegar, estaba empezando a hacer efecto en la menor de los Vaillard. Y que "illicit affairs" sonará en sus auriculares a tope mientras esperaba a que sus amigos llegaran a Ezeiza no estaba siendo una gran ayuda para nada.
Así que si, la castaña estaba aburrida, cansada y con el culo cuadrado de tanto esperar sentada a que sus amigos llegaran. Hasta que una notificación resonó en sus oídos.
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rodri en línea
YA ESTAMOS DINDE ESTAS CELESTE CELESTEEEEE
oki estoy yendo a la entrada
lara fue a starbucks pensando que estabas allá
estaba antes ahora no
ahí vuelvo a la entrada
oki seen
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♡,
A pesar de que el cansancio y la ansiedad por ver a sus amigos de nuevo la estuvieran matando, en el momento en que los mensajes de Rodrigo le habían llegado una corriente de adrenalina parecía haber recorrido su cuerpo, y ahora se sentía próxima a tener la energía de un adicto a la cafeina a las nueve de la mañana.
No hizo falta que pasara demasiado tiempo para que la desesperación de la morocha creciera con cada minuto que pasaba. Suspiro y se mordió el labio, tratando de encontrar al castaño. Se sentía excesivamente nerviosa, casi tanto como cuando estaba por dar una audición. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la distancia, por mas de que no quisiera aceptarlo, si podía cambiar las cosas.
Revisó su celular por enésima vez, sacándose los auriculares y sosteniéndolos con más fuerza de la normal, repasando con la mirada a la multitud de personas que ingresaban por la entrada. Hasta que a lo lejos divisó a un Rodrigo apurado —por no decir desesperado— buscándola.
