Malos hábitos

Capitulo 10

A pasado ya ocho meses desde que estado yendo seguido a la casa de Senku.

Casi todas las tardes voy para platicar con el tal y como lo hacia en aquellos días cuando estábamos juntos en la secundaria y la verdad, hacer eso, me hace sentir mucha nostalgia, pero también una sensación que yo pensaba que se había quedado en el pasado, incluso enterrado, y ahora está volviendo a renacer y estoy dudosa de lo que siento, pero sobre todo, tengo miedo.

No se que es lo que siempre me atraído de Senku, ya que a la vez puedo describir cada acción o expresión de el que en su simpleza me fascina, pero también a la vez tampoco se que es lo que me gusta de el y al cabo lo que también siento, no estoy segura si eso significa amor, saber que amas a una persona pero también no saber por que, pero sentir la sensación de la necesidad de querer quererlo, es algo que me está quemando en el corazón por dentro y ahora me estoy dando cuenta que no importa lo que pase, mientras mi corazón siga latiendo es suyo, pero también tengo miedo por que se que el tiene el poder de destruirme con ese mismo amor.

Está noche se celebrara en un gran salón de fiesta en el centro de la ciudad el aniversario número 35 de unos socios de mi padre y cordialmente como parte de la familia me corresponde ir por obligación por que es lo “correcto” y mi deber para dar una buena imagen a la empresa.

Eso también incluye al idiota que tengo como esposo que también es socio de la empresa y yo su esposa, así que de ninguna manera me puedo salvar de esa fiesta.

Ese tipo de cosas nunca a sido de mi agrado pero por la felicidad de mi padre ahora lo hago, en el fondo me gustaría aún tener un poco de esa chispa rebelde que tenía de joven.

Ya es de tarde y me empiezo arreglar para la noche.

Muy sencillo pero elegante me elijo por un vestido color vino tinto granate largo de tela lisa con diseño moderno suelto hasta abajo que se puede ver la mitad de una de mis piernas por la pequeña abertura que tiene. Con un maquillaje sutil ya que no soy muy buena con esto más unos finos aretes de plata largo y mi cabello recogido me siento lista para ir.

Salgo de mi habitación y en el transcurso que bajo las escaleras siento que unos ojos se me pegan encima y no me dejan de mirar.

-Kohaku. -Me dice mientras suelta un suspiro hilarante seductor al verme desde la punta de mis pies hasta las puntas de mi pelo que hace que me sienta nerviosa por dentro. -Te vez hermosa, si no fuera por que es obligación de la empresa estar presente te juro que echaría al suelo todo y te haría aquí mismo mía . -Me da su mano y mi mejillas arden un poco por que se que si sería capaz de hacer eso, me termina de acompañar a bajar las escaleras y no me suelta hasta que llegamos al auto.

En el transcurso del camino lo veo bien y ya no lo veo de la misma manera con los mismos ojos de antes que hacían que el me atrajera tanto, aunque debo admitir que es un hombre muy guapo, el no es de quién está enamorado mi corazón. Al pensar eso me avergüenzo y dejo que mi mente vague por la ventana.

Hasta que por fin llegamos...

El salón se encontraba lleno de luces, decorado con flores de telas por todos lados y una orquesta se encontraba tocando música relajante pero animada para todos además los camareros no dejaban de pasar de aquí para allá ofreciendo lo que más te gustara de la variedad de comida que estaban ofreciendo.

Ante todos yo solo me sentí algo incomoda ya que nunca me voy a acostumbrar a esté tipo de ámbito llenos de personas que no del todo son desconocidas pero tampoco amigos y que mi etiqueta no puede fallar por el estúpido del “que dirán después”

volteo los ojos y empiezo a caminar por el salón.

Al mirar a una esquina veo como mi querido esposo ya se fue a lo que a el más le gusta, que es el "alcohol" y las "mujeres extranjeras" que vienen como damas de compañía de otros hombres ricos y asquerosamente millonarios, y yo ante eso no puedo reclamar ni oponerme, ya que al final la mala desquiciada termina siendo yo, y no me queda de otra que aceptar eso con pesadez.