Capitulo 3: 1+1=2

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-¿Mamá? – pregunté con asombro

-¿Interrumpo? – me dijo divertida mirando a Bill

-No no – le dije, Bill se estaba levantando de la cama

-Mamá, él es Bill, Bill Kaulitz. El cantante de Tokio Hotel. Ella es Dana Bill, mi mamá

-¿El cantante de Tokio Hotel? – Gritó emocionada - ¿Cómo puede ser esto? Tú eras muy fan – dijo y Bill me miró y se rio

-Si mamá, ya lo sé. Nos conocimos hace unos meses y bueno, estaba de paso y se enteró

-Un gusto, señora Dana – dijo Bill con su español mal pronunciado – Cami, debo irme, tengo que prepararme para el show de hoy a la noche, David está mandándome mensajes cada 5 minutos. Llámame si necesitas algo, por favor – me dijo tomándome de las manos

-Creo que eso no podría ser – le dije apenada, el cambió su expresión al escuchar esas palabras – Mi celular se perdió en el accidente

-Ah… - dijo mirando al piso – te llamaré yo a la habitación de la clínica

-Ok… Espero tu llamado – le dije con una sonrisa

-Adiós, cuídate mucho, descansa y come, por favor – dijo besándome la frente – Señora Dana, espero verla pronto – mi madre sonrió

-Lo haré Bill, quédate tranquilo. Adiós – le dije ruborizada –Suerte esta noche

Bill cruzó la puerta y mi madre fijó la vista en mí.

-¿No te parece que me tienes que contar algo?

-Olvídalo mamá. Fue algo de una semana y hoy volvió. Nada más.

No quería tocar el tema. No porque lo quiera enterrar para siempre, sino porque fue tan lindo y tan dolorido a la vez que no quiero recordarlo con esta sensibilidad post accidente.

Una enfermera había traído mi desayuno. Te rojo con tostadas y medialunas, me atendían mejor que en mi casa. Estaba muerta de hambre – increíblemente –.  No había comido nada desde ayer, la clínica me había insisitido pero no había caso, estaba tan nerviosa por todo lo que fue el accidente que no me entraba ni un bocado. Seguía con sueño, mi madre se había ido  porque tenía que ir a trabajar a la empresa y yo me había quedado sola, creo que era buen momento para una siesta antes del almuerzo sin interrupciones. La cama y yo, nada más.

*Mientras tanto, con Tom y Ria*

- ¿Qué QUE? – Tom puso el grito en el cielo

-D, O, S – Ria deletreó – DOS, UNO MÁS UNO IGUAL DOS

-¿Entonces son gemelos? – preguntó

 -No… Son óctuples – dijo Ria sarcástica – CLARO QUE SON GEMELOS CABEZA DE ALBONDIGA – y ahora gritó como una loca

-Voy a ser padre de gemelos – a Tom le brillaron los ojos – Debo llamar a mi mamá y debo ir a ver a Bill, que por cierto tendría que estar volviendo del hospital

-¿Cómo está tu amiga?

-Mejorando, no pude verla, solo Bill se quedó. Pero según los médicos ya va a estar en la casa recuperada

-Mejor, fue un susto muy grande. Y es una buena chica, a pesar de lo que haya hecho contigo – Ria volvió a cambiar su expresión

-Ay Ria por favor, olvídalo

-Ok… Solo con una condición – dijo acercándose a Tom, el cual puso sus manos en la cintura de Ria

-Dime princesa

-Tráeme pizza hawaiana, pero en vez de piña quiero manzanas – Tom se separó de Ria para poner sus manos en la cabeza

-¿Ria estás loca? ¿Cómo voy a pedir pizza hawaiana con manzanas? – Dijo el pobre Tom agarrando su cabeza – LA PIZZA HAWAIANA ES CON PIÑAS, PIÑAS - gritó

-Deja de gritar y ve por mi pizza – dijo Ria enojada sentándose en la cama con los brazos cruzados

-Bueno bebe, pero primero iré a ver a Bill

-Pizza, después Bill.

Tom fue resignado a la pizzería más cercana del hotel mientras llamaba a su mamá.

-¿Gemelos? – Dijo Simone - ¿Eso es seguro?

-Si mamá

-Ay que alegría, voy a tener dos nietos. ¿Cuándo se enteraron?

-Fuimos al hospital hoy a la mañana, tocó ecografía

-Hijo estoy muy feliz por vos y por Ria

-Mamá, ¿Estás llorando?

-Si hijo – dijo sollozando

-¿Qué pasa?

-Nunca creí que este día llegaría, de Bill me lo imaginé, pero de parte tuya nunca. Gracias por hacerte más feliz de lo que soy.

-Cálmate mamá. Debo cortarte, estoy yendo a comprar pizza hawaiana sin piña y con manzana – dijo Tom resignado

-¿Pizza hawaiana sin piña y con manzana? ¿Quién come eso? – Simone se sorprendió al escuchar tal estupidez

-Mi mujer… - dijo con su tono serio

-Ah… Entonces ve, debes cumplirle los antojos. Te amo hijo, está comenzando mi clase de yoga, saluda al pequeño Billy

-Te amo mamá, luego te llamo.

Tom colgó y se bajó en la pizzería. Después de un tira y afloja con el vendedor, consiguió su pizza hawaiana. Volviendo al hotel sonó su celular.

-Hermano – dijo Tom

-Tom, necesito un favor – Bill respondió

-Todo menos ir a comprar pizza hawaiana con manzanas en vez de piña

-¿Quién come eso? La pizza hawaiana es con piñas. Además, soy alérgico a las manzanas. No puedo creer que lo olvides, soy tu hermano

-Ria come eso y sí, me acuerdo perfectamente cuando tuvimos que cancelar el Rock in Rio Lisboa por tu maldita alergia, hermanito

-No fue mi culpa. Y deja de llamarme así. Diez minutos no me hacen más chico.

-Primero, si fue TU culpa – dijo resaltando el “tu” con su voz – Segundo, si, eres menor por 10 minutos, no hay excepciones para eso. Y tercero, ¿Qué necesitas?

-¿Puedes ir a la tienda Apple más cercana y comprar el último modelo de IPhone?

-¿Para…?

-Camila, perdió su celular en el avión. Luego te lo pago

-Iré Bill, pero primero debo ir con Ria. Esta insoportable

-¿Para qué vino? El embarazo le pega mal, muy mal

-Bill, no voy a dejarla sola con mis hijos

-¿Hijos? – Bill sonó sorprendido al escuchar el plural de esa palabra

-Son gemelos Bill – le dijo Tom emocionado a su hermano

-¿Gemelos? ¡VOY A SER TIO DE GEMELOS, IUJU! – Bill pegó un grito que de seguro se escuchó hasta Ottawa

-Bill debo cortarte, en media hora voy a ir por tu pedido

-Suerte con Ria, te veo luego. Gracias Tom

-De nada hermanito

-Basta con eso de hermanito – dijo Bill enojado – no soy menor que tú

-Lo eres – Tom colgó

Llévame lejos {Límites}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora