Prólogo
Hace varios miles de años había 7 guardianes en el mundo.
Ellos eran seres eternos y únicos.
Cada uno de ellos se encargaba de proteger lo que le correspondía.
Estaba la guardiana Ewielbia, encargada de los lagos y océanos. Sneidecharl encargado de los volcanes y el fuego. Gaiolgenia, de la tierra y sus profundidades. Feirdanyel, de los cielos y los vientos. Trixiel, del espacio y el tiempo, y, por último, el Rey Jischerl de la oscuridad y la Reina Elphiline de la luz.
Cada uno de ellos vigilaba y protegía lo que se le fue encomendado en la Tierra.
Humanos, Elfos y Enanos aparecieron tiempo después en el planeta. Mostrando ojos llenos de curiosidad por un lugar en el que no entendían las leyes de la naturaleza, el cómo funcionaba el mundo.
Los guardianes al ver a estos nuevos seres, decidieron tomarlos bajo su ala, con la idea de enseñarles lo que sabían y así vivir en paz y en armonía.
Les enseñaron a usar el mana que residía dentro suyo, un poder que estaba presente en todo ser vivo y con el cuál se lograban crear cosas increíbles, aunque no todos lo lograron, porque sólo una minoría de ellos tenía el poder de controlar el mana.
Tanto Elfos cómo Enanos podían de alguna manera usar magia. Pero de varios de miles de seres humanos, solo el 5% de ellos poseía el poder, los llamados Lyrei o Magi.
Que en realidad se descubrió no eran seres humanos. Se veían exactamente cómo ellos, pero eran 2 razas diferentes.
Por lo que los Humanos eran los únicos sin poder usar maná.
Esto no les importó a los Dioses, ellos querían de todas maneras ayudar y enseñar a los humanos, y así lo hicieron.
Los guardianes dieron todo su conocimiento sin pedir nada a cambio. Entonces tanto Elfos, Enanos y Lyrei asombrados, empezaron a venerarlos y rezarles, pensando que seria una buena forma de agradecerles.
Pero el ser humano fue diferente. El ser humano es celoso, codicioso, inteligente y sobre todo, es numeroso. De 1000 personas, 80 eran Enanos, 60 eran Elfos y 50 eran Lyrei, mientras que los restantes era seres humanos sin magia.
El ser humano quería más. Deseaban gobernarlo y controlarlo todo.
Los humanos desarrollaron un plan, y nadie sabe cómo, pero descubrieron la forma de robarles el poder a los guardianes y apropiárselo quitándoles el núcleo.
Y con esa información fueron a por el primer guardián con miles de soldados, el más joven de los 7 según se decía.
Feirdanyel, tomado por sorpresa por el repentino ataque fue misteriosamente derrotado. Al ser vencido, solamente quedó el núcleo, el cual fue robado.
Se descubrió que, tuvieras o no tuvieras maná, podías tener control total del núcleo y con su poder incluso destruir montañas.
Al ver que fue un éxito, la persona que lideraba a los humanos en ese momento, un hombre llamado Holtefkim Kirksten, lideró un batallón a por el siguiente guardián, y con el poder del núcleo del viento fueron imparables.
Uno por uno, los guardianes fueron cayendo, hasta quedar sólo el Rey y la Reina.
Ambos se sintieron furiosos, tristes, y decepcionados de los humanos.
Ellos sabían, que si juntaban fuerzas podían matar a todos en un movimiento, pero ese acto sería infame y deshonrado para ellos. Además que probablemente podrían destruir los núcleos, y con ellos se perderían las almas de sus hijos.
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La ilusión de la verdad: Libro 1, Actos de Valor y Honestidad
FantasyUn chico descubre una verdad imposible, la verdad sobre el mundo que conocía se hace añicos al descubrir que tiene recuerdos de una vida pasada, una en la que tuvo magia y aventuras junto con amigos hace mas de 700 años. Y no sólo eso, si no que sus...