Cap. 17

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Gemma lo había levantado para almorzar.

Se sentía raro levantarse solo, cambiarse solo, y arreglarse solo, pero no le quedaba de otra, sabía que lo había malogrado, y haría de todo por arreglarlo, pero hoy no, hoy le daría el espacio a Louis.

Haría lo que él le pidiera, aun si eso consistía en alejarse de él.

Bajó a almorzar con su hermana, hablaron de los preparativos para mañana, de cómo se organizarían y de cómo vestirían.

Louis estaba diseñando los trajes de todos esa tarde, así que Gemma y Harry solamente tenían que darles unas cuantas especificaciones de como querían su traje.

Terminaron de almorzar y de organizar todo y Harry se fue al cuarto.

Se puso a ordenarlo.

No quería que el personal tocara las cosas de Louis, así que él se puso a arreglar su cuarto.

Había ropa de Louis en su armario, su laptop en la cómoda y sus zapatillas azules en el suelo, zapatillas que Harry le había comprado en compensación por mojar sus zapatos.

Comenzó a ponerlo todo en una caja. Puso música de fondo triste. Estaba llorando. Cada prenda de Louis olía a él, no podía evitar abrazarla cada vez que las depositaba en la caja, entendía que Louis quería su espacio y se lo iba a dar, le iba a dar sus cosas, quizá las necesitaría, no quería dárselas, no quería devolverle nada, quería quedarse con todo eso esperando a que él volviera, pero quizá Louis podría necesitarlo.

Cuando terminó de poner sus cosas en una caja llamó a uno de los mayordomos para que se lo entregarán a Louis.

Se tiró en la cama, sintiéndose vacío, completamente vacío.

Lloraba mientras abrazaba la almohada, extrañaba el lugar de Louis, extrañaba tenerlo pegado a él, abrazándolo, besándolo y amándolo.

Tenía miedo, miedo a que Louis no volviera nunca más, sabía lo orgulloso que era, sabía que lo había malogrado y que probablemente lo perdería.

Le dolía la cabeza de tanto llorar, las canciones tristes no ayudaban, pero eran necesarias para drenar todas las lágrimas, hasta quedar sin fuerzas, al fin y al cabo la vida sin Louis no valía la pena, no para él, su vida era triste y vacía antes de encontrarse con Louis, antes de perderse en sus hermosos ojos azules.

Pensaba escribirle, quería escribirle; llamarlo y decirle que lo amaba, pero nada de eso podría pasar en ese momento, necesitaba darle espacio. No sabía si era una pelea o era el fin de la relación, con Louis no se sabía, nunca se habían peleado de esa manera, nunca le había roto el corazón de tal manera y eso le dolía. Dolía saber que decepcionó a la persona que tanto amaba.

Traumas de la infancia lo hicieron llorar más, el dolor en su pecho se asemejaba a las veces que decepcionaba a su mamá, las veces que el brillo en los ojos de esta desaparecían. Sentía que también había decepcionado a Louis, no sólo eso, le había roto el corazón; era difícil romper el corazón de Louis y él lo hizo, aquello dolía en serio.

Alguien tocó la puerta.

Justo había terminado de diseñar así que se lo mandó a su equipo para que lo realizara.

Se paró a abrir la puerta.

"¿Louis Tomlinson?"

"Sí, soy yo"

"Esto es de usted" dijo el mayordomo entregándole una caja con sus cosas.

"¿Mis cosas?, ¿E-eso significa que ya no quiere que vu-vuelva?"

"No sabría responderle esa pregunta señor Tomlinson, yo sólo cumplo con lo que el señor Harry me pide, firme aquí por favor, necesita saber que le llegaron sus cosas"

¿Enojado Styles?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora