Proyecto Familia_ Genshin Impact (Xiao x Lumine)

13. Práctica

A lo lejos, Niyu lo miraba con cierta gracia, viendo cómo el pequeño hacía rabietas al no poder dar al objetivo y sintiendo miedo de decepcionar al Yaksha.

—¿Y Lumine? —preguntó Zhomgli apareciendo tras suya

—Se fue —se encogió de hombros— pero volverá, al parecer quiso irse a respirar tranquila

—Tranquila... —rio ligeramente el otro al saber que eso era muy difícil para alguien como Lumine, básicamente había problemas a donde fuese

—Estoy bastante orgulloso de Xiao, ayer hizo un gran avance y trabajo —dijo con una sonrisa mientras se sentaba y se apoyaba en el árbol— solo queda que la viajera de otro paso grande

Zhongli asintió en silencio ante las palabras del otro, que con cierta ternura y diversión veía los fallidos intentos de su hijo para pegarle a un triste y débil slime.

—Tiene una puntería... —trató de buscar una palabra educada Zhongli

—De mierda —dijo con gracia Niyu sin problema alguno— le queda un largo camino

—¿No estáis demasiado relajados? —preguntó Xiao apareciendo tras suya

—...

Los dos solo voltearon a mirarle de manera lenta, cómo si de una historia de terror se tratase, encontrándose al adeptus de brazos cruzados y el ceño levemente fruncido.

—... ¿Y la viajera? —preguntó Niyu de manera nerviosa buscando evitar el tema aunque fuese imposible

—Diría que lo deberías de saber, después de todo nos estuvistéis vigilando, hasta alguien me siguió hasta Modstadt —dijo mirando para nada discrétamente al de las ropas sueltas

—Vamos Xiao, cálmate —rio nervioso este ante las acusaciones que eran reales hacia su persona— de todos modos lo estás haciendo genial —levantó sus dos pulgares a modo de aprobación

—Lo vuelvo a repetir Niyu... Vete a la mierda —suspiró con resignación el menor de los tres

***

Después de ese interesante encuentro a Xiao no le quedó más que volver con el niño, el cual no paraba de tensar la cuerda y tratar de dar al objetivo de manera inútil, con suerte y había debilitado a dos Slimes, pero no derrotado.

—Deja que te ayude —dijo para agacharse y ayudarle con la postura de las manos

—Deberías dejar de aparecer de la nada —dijo con un puchero ante la impresión que se llevó al escuchar su voz

Xiao no dijo nada al respecto de eso, simplemente le ayudó a acomodar el arma además de apuntar con firmeza hacia el objetivo, a decir verdad, su especialidad no era el arco, ni de lejos, a él le dabas una lanza y ya podía derrotar a medio mundo así, pero sin esta, pero con otras armas ya era otra historia.

De todos modos, sujetando las muñecas del niño pudo ajustar bien el arco para comenzar a indicarle que debía soltar la cuerda, así una tras otra hasta que finalmente quedó un solo Slime que tuvo que derrotar Liuhe completamente solo.

—¡Lo logré! —sonrió más que sastifecho dando saltos de un lado a otro

Algo como derrotar un slime que era de lo más simple a ojos de Xiao ahora le parecía un gran logro por parte del mestizo, que solo sonreía emocionado al haber sido esta vez él solo quién acertó ese golpe tan preciso.

—Mañana seguirás entrenado y así estaremos durante una semana —dijo para posar una rodilla en el suelo y dejar caer una de sus manos en su cabeza— bien hecho, te esforzaste mucho

Liuhe con una gran sonrisa y mejillas sonrojadas comenzó a asentir con euforia mientras que Xiao se volvía a levantar con la intención de volver a dirigirse a la posada Wangsu para que Liu comiese y acostarle entonces.

Pero al terminar de comer, el niño con insistencia le pidió que volviesen al techo de la posada, en donde de nuevo se quedaron contemplando el paisaje de manera cómoda y cálida.

***

De ese modo pasaron algunos días, en donde ya se volvió una rutina en donde Xiao dejaba a Liuhe practicando por la mañaya y tarde, aprovechando para irse a encargarse de su trabajo.
Sobre el aterdecer volvía, en donde a veces tuvo que esperar a que el mestizo terminase su "tarea" para entonces irse a comer, aunque, a diferencia de las veces pasadas, ahora subían la comida al tejado, en donde conseguían mantener una conversación animada en donde el niño hablaba con emoción y Xiao escuchaba con una leve sonrisa en su rostro y asentía, todo eso acompañado del alegre ambiente de la posada.

—Quedan tres días —Sonrió emocionado el niño llevando la cuenta de cuanto quedaba para que su "familia" estuviese al completo de nuevo

Eso hizo pensar a Xiao, el cual era consciente de que cuando Lumine volviese, él podría tener un descanso mental de una semana para olvidarse de los últimos semanas y meses que fueron un total cambio para él y Lumine, que ha decir verdad, ya no veía necesarios.

Estaba extrañado, o tal vez cómodo, el lazo que había creado con Liuhe en los cuatro día que habían pasado juntos avanzó demasiado rápido, sintiendo hasta cierta calidez en su pecho al sentirse realizado de algún modo.

—¡Terminé! —dijo con una gran sonrisa mirándo a Xiao que yacía con la mirada perdida— ¿Vamos a la posada? —preguntó con ilusión

—Vamos

Al día siguiente, en vez de entrenar con Slimes que parecían ser ya fáciles para el niño, Xiao pensó que podría dar una paso más, llevándose así a Liuhe a un campamento de hirlichurls, en parte, tampoco pensaba meterle directo a la pelea cuando su arma era más de distancia, quedándose junto a él mientras que miraba como apuntaba a objetivos que eran más móbiles y complicados de acertar.

Pero el resultado le dio una gran satisfacción, viendo cómo había mejorado de manera rápida su puntería, ya que era lo único en lo que fallaba, porque la fuerza de tensión de la cuerda que ejercía Liuhe era buena desde un principio, así impulsando la flecha con una fuerza considerable, hasta comparable con la de un adulto experimentado.

—Vas bien —dijo para darle una de esas caricias que se había aconstumbrado a darle como reconocimiento de su aprobación

Liuhe sonrió orgulloso, inflando su pecho mientras que asentía, para entonces volver a comenzar aquella rutina para ir a comer.

***

Esta vez, ya el sexto día, Xiao se metió en la pelea con los diversos hirlichurls del campamento, mientras que a lo lejos estaba Liuhe con la mano temblorosa apuntando con miedo, Xiao estaba confiando demasiado en él como para arriesgarse a acertarle un flechazo por error.

Con miedo comenzó a apuntar a los objetivos, evitando por todos los medios posibles darle al adeptus que se movía de un lado a otro peleando con normalidad, como si no hubiese nadie a lo lejos apuntándo con un arco y que le podría caer una felcha en cualquier momento.

Hay que decir, que una le rozó la mejilla y comenzó a brotar sangre de esta, y lejos de prestarle atención continuó con su deber como si nada, mientras que Liuhe... bueno, era un caso totalmente diferente, estando aterrado por su acción y temblando por casi clavarle una flecha en el rostro a Xiao.