Un año después
Pov Kara
Después de la sospecha de embarazo de hace un año, no hemos vuelto a tener esas dudas, ambas nos protegemos demasiado, además nuestras madres son muy jóvenes para ser abuelas.
Hace 8 meses el centro de adopción acepto como candidatas a mamá Lauren y mamá Camila, unos días después ellas adoptaron a mi hermano Cameron, él tenías cinco meses en ese momento.
La llegada de mi hermanito me hizo comprender que Lena y yo somos muy jóvenes para traer un bebé al mundo, necesitan cuidados todo el día y toda la noche, se necesita mucha paciencia y ser de sueño ligero. Mi hermosa ojiverde y yo no teníamos esas habilidades, aún.
Ambas pensábamos en tener solamente dos hijos, pero en muchos años, muchos años.
— aquí esta el biberón — dijo Lena entrando a mi cuarto con la fórmula.
— Ven aquí mi superman — dije levantándolo para acostarlo en la cama. Él estaba empezando a caminar solo, aunque la mayoría de las veces se agarra de los objetos que haya alrededor de él — ¿Te lavaste las manos? ¿Le echaste la cantidad justa de leche? — pregunté tirando unas cuantas gotas de leche a mi mano para probarla.
— No Kara, de hecho estaba experimentando con sustancias altamente tóxicas — dijo girando los ojos.
— Te prohíbo que te sigas viendo con Alex, mi prima es una mala influencia para ti — dije con diversión, desde hace unos meses ellas se ven más seguido, creo que su relación esta mejorando mucho y eso la verdad me gusta, me gusta saber que Lena habla con alguien más que no sea conmigo, no me malinterpreten, amo conversar con mi chica, pero me gusta que tenga más opciones, que sepa que puede contar con su familia.
— Creo que me debes castigar — dijo abrazandome por la espalda mientras yo le daba la fórmula a Cameron, mi pequeño guisante nos miraba con curiosidad.
— Debes esperar a que el príncipe se duerma — dije con una sonrisa.
El pequeño se parece a mamá Lauren y a mi en lo que a dormir se respecta, si nos dormimos ni una tercer guerra mundial nos despertaría.
— Además, nuestras madres vienen tarde — dijo Lena besando mi cuello.
— Vamos campeón, es hora de dormir — expresé con ansiedad.
Después de cinco canciones de cuna mi hermano se durmió, le coloqué almohadas a su alrededor para que no se cayera por si se daba vueltas, mi bello niño aunque se despierte no se intenta bajar de la cama hasta que nos mira a nosotras o a nuestras madres, es muy pequeño, pero sabe que si lo hace se va a caer y se golpearía.