¿morir por comida envenenada? que va.

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Ya llevo unos cuantos dias en la ciudad de los Angeles California, todavía no he salido del Departamento, por el motivo de que las clases aún no comienzan debería tomarme un poco de tiempo para conocer esta nueva vida.

Los restaurantes, los parques, si comenzara la Universidad y me tuviera que reunir con alguien terminaría siendo un desastre ya que terminaria perdida como una hormiga rodeada de mil flores y hojas.

De que hablo si las hormigas se orientan mejor que yo.

Estaba acostada en mi cama hablando por chat con una de mis mejores amigas, había perdido su número y pues me la pase toda la mañana hablando con ella.

Durante la tarde decidí salir a caminar un rato y quién sabe, visitar alguno que otro restaurante.


Me despedí de Karen, amiga con la cual me encontraba conversando, y deje mi teléfono a un lado para dirigirme a mi closet y escoger algún conjunto para colocarme.

Siempre suelo tener un gran dilema con la ropa ya que  soy muy toca narices con lo que vendria siendo el clima, quiero llevar algo abrigado pero me da calor y me vuelvo una patata sancochada, me quiero colocar algo fresco pero hace mas frio que en una nevera o llueve y termino como pollito remojado.

Pero en este caso estaba haciendo bastante frio asi que estuvo facil.

Después de decidirme por algo un poco abrigado pero sencillo me dirigí hacia la puerta de la habitación, salí de la misma, tome mis cosas que se encontraban en la Sala y salí del edificio.
Me guíe con una aplicación de mapa en el celular, termine en un restaurante que me llamó muchisimo la atencion, preparaban todo tipo de comidas, desde de alto presupuesto hasta comida chatarra.

Entre en el mismo y todo era algo elegante pero a la vez rustico,  por decirlo así.
Fui hasta la recepción para tomar una mesa y a la vez pedir mi plato.

Todo iba bien hasta que desvíe un momento mi vista y note un rostro que se me hizo muy familiar, me quedé viendo esa dirección por un momento  confusa...

 Axel, asi es, era axel. Trabajaba aquí? Al parecer y resulta que sí. Veía como cada vez se acercaba más y más a mi hasta estar apenas unos 10 centímetros de mi mesa.

-Cuanto te pago para que no me amenaces a muerte para que salga de aqui o no le heches absolutamente nada a mi comida?

-No te la puedo creer, a parte de chiquilla torpe ¿crees en ese rumor que los camareros escupen en la comida?

Dijo el antipático compañero de piso que se encontraba parado en frente mio, me quito el menú de las manos

 -No es que lo haga todo el tiempo, pero en este caso tengo mis dudas de si confiar o no.

Volteé a verlo dirigirse a la cocina con mi orden, en cuanto llego me incline en la silla y estaba hablando con uno de los cocineros y este asentía. 

Mierda, va envenenar la comida.

O eso pensé en esos instantes, estaba  nerviosa dando golpecitos con el dedo a la mesa.

Después de un rato volvió, venía con una sonrisa en su labios

le hizo algo a la comida, estoy segura.

-Su comida - Dijo cantando y dejando mi plato sobre la mesa -Y no te preocupes, me asegure de que nadie la tocara.

Hijo de su maicena..

 Puse una mueca de desagrado mientras lo veia irse con esa misma sonrisa en sus labios

Miré detenidamente mi comida con total inseguridad, acerqué lentamente mi mano hacia el tenedor, dudando cada vez más en si quiera tomar un bocado de esto.

–¿Debería comerla? Se vería mal que la haya pedido y solo me le quede viendo como la propia estupida.

-¿Por qué no comes? 

 Esa fastidiosa voz otra vez. Dios mio liberame de este mal.

-¿Algún problema? o ¿Crees que de verdad puse algo en ella?

-¿No deberías estar trabajando? o haciendo algo mas importante con tu vida- Lo fulmine con la mirada.

-Estoy en mi descanso- Se balanceaba en la silla -Y pensé venir a ver qué tal esta la comida que mande a hacer con uno de mis más personales amigos en la cocina.

Solo está jugando conmigo, no debo caer en el juego.

Pero ¿y si le hizo algo? lo vi hablar con el cocinero, son amigos

-Oye, si no confías puedo llamar al cocinero y pedirle que venga- Dijo con una expresión burlona en su estúpida cara -No hay problema, solo será la confianza de un joven aprendiz de chef destruida por...

-¡Mierda ya cierra el pico!- Este pedacito de caquita me estresa mas de lo que puedo estar, porque no me quede en casita con mis tostadita? - Que si la voy a comer joder, solo dame mi espacio, no me gusta que me miren comiendo, gracias.

Eso kiara, busca excusas para que se largue de tu vista.

Suspiré pesadamente mirando fijamente el plato que me había traído, me quedé así por unos cuantos momentos y decidí empezar a comer, de todas formas si muero no importará mucho, moriré de la mejor forma, comiendo.

                                                                 ¨¨¨¨¨¨¨

Al final, no sucedio nada y para ser sincera, la comida estuvo buena.

Despues de toda esa discusion o lo que sea que haya sido tan extraña con axel, termine satisfecha con la comida. Al terminar el plato sali del restaurante y decidi por irme caminando, queria conocer mas antes que irme en un transporte y no poder ver bien los locales.

Llegando a mi edificio ya era tarde, se habia oscurecido, la noche estaba muy bonita.

Me adentre a mi departamento, por lo que note, Axel no habia llegado todavia, aproveche esto para ir al baño y tomar una larga ducha calentita, necesitaba relajarme. Al terminar esta, me puse una sudadera y un short, fui directamente hasta el balcon y me recoste de un pequeño mueble que se encontraba en el mismo, estaba cansada, y admirar las estrellas me hizo quedar profundamente dormida en tal sitio.

Mas tarde escuche la puerta principal abrirse pero no me movi en absoluto, no iba a interrumpir mi sueño por una simple puerta abriendose, si nos robaron bien y si no pues tambien.

Despues de unos minutos, senti unos brazos tomandome por la espalda y piernas, era Axel, me habia notado dormida en un lugar incomodo y me llevo en sus brazos hasta mi habitacion. 

Me dejo en la cama y me tapo con la cobija hasta la cintura, sentia su mirada sobre mi desde la puerta, despues de eso dijo un pequeño buenas noches chiquilla en un tono bajo pero facil de escuchar. Lo siguiente que escuche fue mi puerta cerrandose y el yendo hasta su habitacion.

De enemigos a inseparables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora