El comienzo de una nueva historia

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Salomé  Lee

 [...]

Las mañanas suelen helarte la piel y los rayos del sol que emergen de la superficie detrás de los edificios de la ciudad me ayudaban a no terminar de cerrar los ojos dentro del vagón.

Ahí dentro, la voz de una niña sentada con su padre al otro lado llamó mi atención —Papá, ya quiero llegar a casa—

Y entonces recorde cuando conocí mi nuevo hogar.

Papá sostenía mi mano firmemente, como si en cualquier momento fuera a desaparecer si ese agarre se desvanecía. Podía inhalar el aroma a madera y sentía lo fresco que estaba aquel lugar -¿te gusta?- me preguntó — si — le respondí; mi papá me devolvio una sonrisa, de esas sonrisas cálidas que él siempre da para abrazar el corazón de quienes  lo necesitan. El tiempo paso y en menos de lo que sentí ya había transcurrido un mes junto a él y Nakamura... luego se hicieron 10 años desde que llegué a aquel lugar junto a ellos.

—Pasajeros cuyo destino es la estación del sur de Musutafu, esta es su parada. Pasaje... [Sonido de fondo]

Había ido a Musutafu un par de veces junto a Nakamura, pero esta vez me tenía que hacer cargo de mi misma. Me sentia lo suficientemente grande como para hacer algo tan simple.

Pero no me fije y termine chocando alguien.

—...le ofrezco una disculpadije realizando una reverencia- permítame ayudarle –

—Señorita,debería ir con más cuidado – sugírio mientras me ayudaba a levantar sus cosas- algunos civiles tenemos el tiempo justo para no llegar tarde.

—Aquí tiene...

—Bien, espero no tenga otro incidente como este, señorita, o alguien podría resultar herido.

—Sí, lo lamento.

—Debo irme.

Deje de lado lo que acaba de suceder y me concentre en las calles de debía avanzar. Al final cada paso que daba me cerca más a mi sueño, a los 8 años mi conciencia empezaba a despertar en busca de mi camino para continuar con mi vida, por lo que a esa edad yo ya había decidido estudiar para convertirme en héroe profesional, pero a pesar de que papá creía que con el tiempo cambiaría de parecer y me interesaría por otra cosa – aun cuando a él le gradaba esa idea –  con el pasar de los años él me veía más tiempo en la sala de entrenamiento o regresando de hacer ejerció fuera después de que despertará.

En aquel entonces, según yo, si mis intenciones eran formar partes de alguna agencia, ya me estaba tardando para empezar, asi que le pedí a papá que me inscribierá en un par de cursos extra que Nakamura me  sugirió y me terminaron gustando. Ella intervenía siempre que era necesario y a pesar de que esa no fuera su área tenía muy buenas estrategias.

 Ella intervenía siempre que era necesario y a pesar de que esa no fuera su área tenía muy buenas estrategias

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—Disculpe señorita, ¿acaso usted está siguiéndome? –

Cuando termine por alzar la vista, me di cuenta de que el tipo del metro se encontraba a unos cuantos pasos por enfrente de mí dirigiéndome esas palabras mientras sujetaba fuertemente la mochila que traía colgada y acomodando sus lentes con una expresión seria.

—Lo dudo. No lo había notado.

No pretendía quedarme a charlar con él, así que no me detuve, pero el tipo era insistente.

—Casualmente estoy por llegar a mi destino y siempre vamos en la misma dirección. Ha venido detrás de mí desde la estación

¡¿Qué yo qué?! –volteé hacia él sorprendida – No había notado que usted estaba al frente.

En ese momento tenía un examen que presentar, y no iba a tomarme la molestia de hablar de algo tan tonto con él, entonces, me dispuse a solo seguí caminado... sin embargo, el tipo era intenso ¡estaba caminado a mi lado!

—Señorita ¿hacia dónde se dirige? ¿De casualidad... usted realizara el examen de admisión para ingresar a UA?

Gire mi rostro para verlo, noté que su mirada parecía un poco más relaja que hace un instante y si lo observaba detalladamente, parecencia tener mi edad.

— Sí

—Está claro que esto es un malentendido, disculpe mi imprudencia — dijo con una reverencia de las que solo el sabe dar.

—Es lógico que piense de esa manera, hoy en día no se sabe de quien hay que cuidarse, ¿verdad?

—Si, por supuesto. Si me lo permite podría acompañarla, yo también presentare el examen de ingreso.

Eso no sonaba a algo que él diría, mucho menos despues de lo que había sucedido y quizá solo lo hizo porque sentía pena por créer que lo seguía.

—No, gracias. No camino con desconocidos– le solté de golpe tratando de no hacer las cosas más incómodas entre nosotros y con la esperanza de que captará lo que intentaba hacer por el bien de ambos.

—Que irrespetuoso de mi parte. Mi nombre es Tenya Iida.

Pero no funcionó...

—Salomé Lee– dije con una mirada seria–

—Un placer, señorita Lee... ¿Sucede algo? –

Para nada. Dese prisa.

Y así fue como conocí a unos de mis amigos más cercanos.

En nuestro primer encuentro tenía la sensación de que su kosei era leer mentes, supongo que por los lentes que traía puestos me daba eso aires. La forma en la caminaba y el como se expresana lo hacia parecer un niño rico e intelectual, y en efecto, no me equivoque en eso, pero nunca se lo dije.

Él parecía no estar tan ha gusto camino a UA, podía sentir esa tensión en el aire mientras caminábamos juntos, pero ninguno dijo nada hasta que llegamos.

—Espero que podamos estudiar juntos.

Nos separamos y pensé que esa sería la primera y última vez que lo vería. 


primera publicación: Octubre 2021

Detras de ti... Izuku MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora