Destinados (CaínxYahwi)

Capítulo 7 "Encuentro"

Existe una gran variedad de flores, cada una con diferentes tipos de significados, algunas más significativas que otras, algunas más cautivadoras que las demás. En el último tiempo había visto todo tipo de flores, desde la más humilde, hasta la más costosa, eran bellas, pero él no era alguien que podía apreciarlas en su totalidad, no cuando sabía la intención detrás de cada detalle que recibía.

Como Alfa, era consciente del buen partido que era, pero no recuerda haber recibido este tipo de detalles durante esos años, supone que como Macho Alfa era su deber obsequiar ese tipo de regalos para cautivar a un lindo omega, y aunque le gusto uno, nunca pudo entregar un detalle así.

Desde que salió a la luz como Omega, ver flores se ha hecho algo habitual en su vida, al inició recuerda haberse sentido ofendido, con el tiempo entendió que era una señal de "cortejo" lo que tampoco le hizo gracia ni disminuyó su desagrado. La mayoría de los Alfas que había conocido en el último tiempo eran petulantes, molestos y desagradables, podían ser muy ricos, pero carecían de inteligencia, la vanidad y los aires de ser el pilar en la pirámide de la sociedad los superaba. Ser cortejado por esa clase de personas no era halagador, mucho menos cuando venía con feromonas de ciertos individuos, como si de un buen perfume se tratara, solo nauseas le causaban. Debido a esto estableció una regla de oro, cada ramo que llegará a la oficina, debía ser tirado al basurero.

Era extraño que un arreglo de flores llegará directo a la casa. Primero se sintió furioso, hasta que leyó la tarjeta que estaba entre las flores amarillas.

"Felicitaciones por su nuevo proyecto, le deseo todo el éxito.

Con cariño, Benjamin"

Su expresión se relajó después de haber leído el nombre de la persona que lo enviaba. Benjamin era un hombre de sesenta años, uno de los socios más antiguos que tenía la empresa, un ex-amigo de su abuelo. Debido a unos conflictos dejaron de hablarse y la relación de negocios estuvo a punto de desvanecerse, sin embargo después de la llegada del Omega a Los Ángeles, el señor Benjamin decidió apoyarlo a levantar el negocio que su abuelo había descuidado por años, en el progreso se hicieron cercanos, el hombre mayor vio el "hijo" que le hubiera gustado tener, y el omega vio al abuelo que hubiera deseado tener.

Yahwi está seguro de que en sus buenos años, Benjamin era de esos alfas que valían la pena, su esposa, una humilde beta le confirmaba eso una y otra vez, ambos hacían una pareja dulce y bonita, lástima que nunca hubieran podido tener hijos. Quizás debido a aquella imposibilidad, la pareja se regocijaba en el omega y en la niña que tenía. Yahwi les había hablado y presentado a su hija, la esposa había quedado encantada con la pequeña, cada vez que tenía la oportunidad venía a visitarla, por otra parte Benjamin sostuvo de manera ferviente su apoyo al heredero de la familia Go, no solo porque había una niña de por medio, sino porque el omega había demostrado ser alguien talentoso para los negocios, tenía la innovación y la energía que caracterizaba a la gente joven, y él no le daría la espalda a un hombre que prometía mucho.

Afortunadamente, no se equivocó. El joven omega había levantado el negocio en cuestión de meses, se había adaptado a la vida fuera de Corea en menos de un año, y había conseguido el reconocimiento de la gente importante de la ciudad, sobre todo de Alfas. Si bien algunos no tenían vergüenza en aceptar que el omega los prendía, también había gente seria que se habia acercado a él solo por temas de negocios, en menos de lo había pensado, el nombre de "Yahwi" comenzó a escucharse con más frecuencia en cada reunión, fiesta, encuentro casual.