Capítulo 29 - Visita indeseada

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"Señor, ¿ya firmó?"


Yahwi salió de su ensoñación y levantó la mirada de los papeles, solo para encontrarse con la secretaria que esperaba que pusiera su firma en los documentos. Miró otra vez todo el trabajo que tenía sobre el escritorio y se regañó así mismo por tener la cabeza en las nubes.


"Dame cinco minutos y firmaré, te llamaré cuando tenga todo listo" ordenó.


La mujer asintió algo confundida y se retiró de la oficina, preguntándose que ha tenido al jefe tan distraído últimamente.


Una vez que la puerta se cerró, Yahwi suspiró y vio hacía la ventana.


Debería estar concentrado en su trabajo, pero su cabeza insiste en llevarlo una y otra vez al beso de esa noche en la playa.


Yahwi no eres un niño, y ese no fue tu primer beso.


Claro que no era su primer beso, ha hecho cosas aún más vergonzosas, es un adulto después de todo, pero por alguna razón, no puede sacarse ese escenario de su cabeza. No importaba que tan fría estaba la brisa, su cuerpo entró en calor de inmediato al sentir como el alfa rodeaba su cuerpo con sus brazos, y ni hablar de su corazón, todo en él era un caos, aún así, pudo mantener la calma y frenar la situación cuando sentía que se le iba de las manos.


¡Concéntrate Yahwi!


No podía dejar que cosas tan absurdas afectarán su rendimiento, nunca había permitido que sus problemas personales intervinieran o perjudicarán sus resultados en cuanto a lo laboral, esto no sería la excepción, así que con ese objetivo en mente regresó su atención a los papeles y comenzó a leer.


Quince minutos fueron suficientes para dar su aprobación en algunos documentos, mientras que con otros no tuvo más opción que planificar una reunión de emergencia, para discutir y corregir ciertos puntos que no lo convencieron del todo.


Su celular vibró con la llegada de un nuevo mensaje, al revisarlo empezó a ordenar las cosas de su escritorio y se preparó para retirarse.


Hoy debía regresar antes de las dos a casa, era un día festivo en la ciudad por lo que sus empleadas a partir de las una, tendrían el día libre, así que debía volver pronto para hacer el almuerzo y esperar a su hija, porque incluso la cocinera se había tomado el día desde la mañana. Para Yahwi no presentaba ningún problema ciertos quehaceres del hogar, como universitario y joven adulto que insistió en vivir solo cuando vivía en Corea, aprendió hacer de todo un poco.


Se retiró de la empresa y subió al auto. Antes de encender el vehículo, agarró el teléfono y escribió un mensaje.


"Hoy no habrá nadie en casa, solo seremos Sunhee y yo, ¿quieres venir a almorzar con nosotros?"


Se le notaba en el rostro el conflicto que tenía, pero aún así venció la inseguridad, el orgullo y presionó el 'enviar'.

Destinados (CaínxYahwi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora