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Estaban a nada de encontrarse con el capitán Magath, y si veía a Magath, vería a su hija.
Aunque aún no tenía planeado como decírselo a Levi, de una u otra forma se lo diría.
Después de todo él era el padre, debía de saberlo cuanto antes.
—Levi, tengo que decirte algo.— Dijo la pelirosa mientras se volteaba hacia el.
—Hmm.— Fue lo que respondió, dándole a entender que la escuchaba.
Y Hange no se perdía detalles de la conversación.
—Cuando estaba en Marley, di a luz.— Hablo llendo directamente al punto, ella no era una persona que daba vueltas al asunto.
Y sintió la mirada del soldado sobre ella.
Con una notoria sorpresa.
Hange era todo lo contrario a la reacción del pelinegro, solo que también contenía sorpresa.
—¡Soy tía!¡Que emoción!.— La castaña casi brincaba, pero en lugar de eso aceleró el paso, y a la distancia se observo una embarcación.
—Es.. ¿en serio?.— Apenas respondió el pelinegro mientras seguía mirándola.
—Si.— Dijo cerrando los ojos, intentando encontrar un momento de tranquilidad en aquella situación.
No mentiría, aquellas palabras le habían hecho doler la cabeza, y en cambio, activo el sello del Byakugō No In, aumentando la velocidad de recuperación en su cuerpo, había pasado ya un tiempo de la última vez que lo había ocupado.
¿Cuando...?
Levi la odiaría si lo supiera.
La razón por la cuál al limpiar el área contra la batalla del titán bestia, no se había encontrado el cuerpo del 13° comandante de la legión de reconocimiento, Erwin Smith.
—¿Quién es él padre Sakura?.— Preguntó Hange entusiasmada, por supuesto, no esperaba que la pelirosa le dijera enfrente de Levi, pero igual necesitaba preguntar.
La ojijade abrió sus ojos levemente en dirección a Hange.
—Lo verás cuando lleguemos con el capitán Magath, el cuida a mi hija.— Respondió lo más tranquila posible.
El sello del Byakugō estaba funcionando, ya sentía la completa recuperación de su cuerpo, así que se sentó en la carreta donde Hange los llevaba, al pelinegro y a ella.
—Hange-San.— La suave voz de la pelirosa llegó a los oídos de la castaña, quién volteo brevemente a verla para decirle con la mirada que continuara.
Sin embargo, la ojijade estaba nerviosa.
No sabía que reacción tendría Levi al ver a su hija.
Ni siquiera sabía se había sido apropiado que la conociera en primer lugar.
