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La huida

Fue la cosa más rara que me pasó en mi vida, quedé como todos los días con Hinode y en cuestión de segundos estoy bajo tierra y lo único que me dice es: quiero huir.

-Pero como que huir? O-O

-Si, ya sabes, escapar, usa el diccionario por una vez 7-7-dijo Hinode- Que acaso no quieres ser libre?

-Si que quiero Hinode, y no es que no me parezca mal, yo también estoy harta de este sitio pero...abandonar a nuestra familia y nuestro hogar?

-Mira Sofía, sé que es duro pero no los abandonaremos. Cuando una persona crece, acaso no se independiza y se va de casa? Ya somos mayorcitas, podemos elegir nuestro destino y si aqui nos cortan las alas pues tenemos que buscar el destino en otra parte.

-Supongo tienes razón, pero cuando se enteren de la escapada, podemos ir de vez en cuando a visitarles?

-Trato hecho-respondió Hinode muy decidida.

Solo nos quedaban dos días para escapar pero Hinode parecía tenerlo todo controlado. Estuvo varias horas explicándome la huida y yo añadiendo cosas, aunque de vez en cuando tosía un poco, ese día no me encontraba demasiado bien, hasta que por fin llegó el momento.

Para escapar obviamente no podíamos ir con la ropa del castillo así que nos pusimos algo más normal para no llamar la atención demasiado.

ok no xd

Seguí a Hinode porque parecía saber a donde iba, después de salir del tunel ella se detuvo en seco y me puso un brazo para que me detuviese.

-Hm?

-La valla-dijo señalando hacia arriba.

Me entregó una cuerda, me impulsé y me agarré a un árbol que estaba al otro lado, hice un nudo fuerte y le lancé la cuerda a Hinode. Ella agarró la cuerda y saltó.

Al caer, sentí una punzada en el corazón. Es esto real? Miré a mi alrededor y solo habían árboles, era precioso el exterior, me sentí feliz.

Antes de que pudiera echarme a llorar de alegría Hinode me agarró la mano y me dijo:

-Hueles eso? Es el olor de la libertad.

-Si-antes de que pudiera decir nada más empecé a toser de nuevo.

-Te encuentras bien?

-S-si no es nada.

Mi pendiente empezó a ponerse más claro, pero no le tomé importancia.

Estuvimos varias horas caminando sin rumbo alguno, de vez en cuando descansábamos para descansar, estaba anocheciendo pero seguimos caminando. No sé porque pero cada vez que caminaba sentía como si me estuvieran apuñalando en el corazón, hasta que Hinode me miró y se detuvo alarmada.

-S-Sofía, tu pendiente....

-Hm? que le pasa? no llego a verme :v

-Está a punto de ponerse blanco....

Al escuchar esas palabras sentí un sudor frío....No entendía nada, mamá siempre me dijo que no tenía que preocuparme, que no se pondría blanco hasta que llegase el día de mi muerte. No....no puedo morirme ahora, hemos llegado tan lejos, quiero vivir con mi mejor amiga para siempre, no quiero separarme, no....

Antes de que pudiera pensarlo un poco más....Plof

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Pov: Hinode

Estábamos caminando dirección norte por un bosque, estaba muy feliz cuando vi que el pendiente de Sofía estaba empezando a parpadear y a ponerse cada vez más blanco. Empecé a asustarme porque me acordé de lo que dijo su madre. No puede ser que se muera, no puede dejarme sola, la necesito.

Iba a decirle algo para tranquilizarla y mantener la calma, pero llegué muy tarde, en cuestión de segundos cayó.

-SOFÍAA!!!!!!- grité asustada.

Me arrodillé y la abracé.

-N-no te mueras porfavor....-empecé a llorar.

No podía imaginarme la idea de vivir sin ella, mi cuerpo no lo soportó y me desmayé.

Al despertar me encontré en una cocina que no había visto en mi vida. Estaba asustada, no sabía donde estaba y....

-DONDE ESTÁ SOFÍA?-grité alarmada.

Miré a mi alrededor y no la vi por ninguna parte, cuando miré hacia la zona del horno, la cocinita, (ya saben) vi a un hombre extremadamente alto, con uniforme y un delantal de cocina, estaba haciendo....panqueques?.

-Eh tu-lo llamé.

Se giró y cuando me miró vi que no tenía rostro....