Querida yo, invisible y olvidada.

Estoy bien

Querida yo, invisible y olvidada:

Estoy bien.

Al menos eso formulan mis labios, a los que acompaña mi voz débil, frágil.
Eso dice mi postura, mi tono indiferente.
Eso dice mi expresión, la sombra de una sonrisa que dibuja mi rostro, ya por costumbre.
Pero mis ojos me traicionan.
Intentan ocultar el destello, intentan llenarse de expresión, acorde a todo lo demás. Están llenos de un vacío penetrante, infinito, casi una mímesis de las oscuras profundidades del mar.

A veces me encuentro en el limbo, mis emociones congeladas. Otras veces me queman, me sobrepasan y ruego que se detengan porque no soporto tanta intensidad.

Miro. Como. Camino. Duermo. Inhalo. Exhalo.
Miro. Como. Camino. Duermo. Inhalo. Exhalo.
Y vuelta a empezar.
El bucle se repite constantemente, ajeno a todo. Ajeno a la tormenta que azota en mi interior.

Mis pulmones funcionan. Mi corazón late en algún lugar recóndito de mi pecho, oigo los latidos a lo lejos, amortiguados.
Mis ojos se abren y se cierran.
Mi espalda se mantiene erguida y mis pies se arrastran por el suelo.

Aparentamente todo funciona.
Los engranajes continúan girando y el mecanismo sigue en marcha.
Pero, si todo funciona, si todo está en orden, si lo tengo todo ¿Por qué no estoy bien?.

¿Por qué noto mis huesos pesados como el plomo y huecos al mismo tiempo?
¿Por qué no puedo sonreír sin que todas mis facciones se tensen y me pidan que pare?
¿Por qué cada carcajada se siente como puñales en mi caja torácica?
¿Por qué al coger aire siento que debería saquear todo el oxígeno de la estancia para poder llenarme lo suficiente? ¿Y por qué al expulsarlo apenas siento el intercambio?

¿Por qué no me miran a los ojos? Para saber que en realidad me encuentro a años luz de distancia.
Para que entiendan que cuando sonrío, realmente no estoy expresando nada, solo enseñando mis dientes.
Para que dejen que me haga un ovillo hasta desaparecer por completo sin que haya preguntas.
Para que sepan la verdad.

Quiero gritar, retorcerme, romper algo.
Quiero llorar y sollozar hasta que los espasmos sean incontrolables.
Quiero que alguien me rodee entre sus brazos y me contenga. Porque a veces necesito desesperadamente contacto humano, mientras que otras lo quiero cuanto menos lejos.
Quiero zarandear a los que no lo ven y decirles que la presión que siento en el pecho constantemente me comprime. Me aplasta.
Quiero castigarme por pensar así y culpar a los demás. Castigarme por ser yo. Por no estar bien.

Estoy rota. Triste. Vacía. Frustrada. Desesperada. Agobiada. Encerrada. Aplastada. Consumida. Debilitada. Rabiosa. Destrozada. Desesperanzada. Perdida. Confusa...

¿Por lo demás?

Estoy bien.