epílogo

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01/Enero/2016

El pelinegro no sabía que hacer desde que se despertó.

Ver a Yibo recargado en el sillón tomando suavemente la mano de él mientras seguía dormido le causó un sinfín de emociones.

Aunque no sabía muy bien como reaccionar ante ello, no sabía si sentirse feliz ante su regreso o triste porque lo abandonó cuando más lo necesitaba.

Pero cuando el castaño abrió suavemente sus ojos y se encontraron con los de él, Zhan supo inmediatamente cuál sentimiento le predominaba más en su ser. El enojo.

—Zhan —murmuró el recién despertado, separando sus manos entrelazadas para intentar acariciar el rostro del mayor.

Pero eso no sucedió, Xiao Zhan apartó su mano de un brusco manotazo.

—Vete —dijo tratando de que su voz no se rompiera.

—Zhan —repitió un poco más alto sin dejar de ser suave —. Tenemos que hablar.

Y eso lo molestó más, él siempre quiso hablar con Yibo en sus momentos más tristes y solitarios, él siempre estuvo esperanzado con que contestara sus llamadas y lo fuera a ver.

Pero su esperanza se extinguió cuando se dio cuenta de que él no volvería y vio la realidad de las cosas, una realidad que siempre Hai Kuan intentó que observara.

—¡N-No puedes venir y fingir que nada pasó! —la voz del mayor se rompió al igual que su corazón y comenzó a estallar en lágrimas —. T-Te necesité tanto, anhelaba tu presencia todo los días, buscando oírte, ocupada tus abrazos y caricias pero no había nada, absolutamente nada.

—Está bien cariño, me iré solo si me dices que ya no me necesitas, que ya no me anhelas y que ya no ocupas oír mi voz, dilo.

Y el corazón de Zhan fue un caos.

—Ya no te necesito —murmuró débilmente y sin mirarlo.

Yibo se retiró pero no creyó ninguna palabra del pelinegro pues sentía que sus palabras no eran sinceras.

Tras irse del lugar que alguna vez fue su hogar, llamó a Zhan todo el día, el castaño creía que así su amado lo escucharía y tal vez todo volvería a ser como antes

Zhan sufrió todo el día sin saber si contestar o no las llamadas que su amado le hacía, no consideraba correcto responder pero tampoco quería ser un maleducado.

Y justo cuando decidió contestar la llamada entrante, ésta se cortó y fue cambiada por un mensaje de voz que no dudó en escuchar.

01/Enero/2016
08:53 PM

"Zhan, lamento todo...
Lamento haberte abandonado, dejarte cuando más me necesitaste.

Si me das una segunda oportunidad podré explicarte todo y jamás dejarte pues eres y siempre serás lo mejor que me ha sucedido en la vida.

Ahora me toca a mi pedirte que por favor respondas mis llamadas cuando las escuches".

Y lo único que pudo pensar Zhan al terminar de escuchar el mensaje de voz, es que hay veces en las que las personas no merecen una segunda oportunidad.

Llamadas↺YiZhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora