"Los deseos del corazón puro de un niño pueden hacerse realidad..."
Jeon Haneul y Kim Jaemin no se conocen, nunca se han visto, pero hay algo que tienen en común; sólo desean ver felices a sus padres. Así es que deciden ayudar a Santa a obtener el...
─Entonces, profesor en la SNU. Eres el orgullo del grado, sin duda.
Jungkook ríe echando su cabeza hacia atrás y mira a Taehyung por unos milisegundos, luce concentrado con aquel papel plateado entre sus manos. Él envuelve un regalo con sumo cuidado, dobla los bordes y corta el exceso antes de pegarlo con cinta adhesiva. Aunque Taehyung está centrado en su labor, de igual manera presta atención a todo lo que Jungkook comenta, ambos se encuentran charlando sobre el pasado, rememorando acontecimientos en sus años de preparatoria, y algunas cosas más que se van colando a la conversación.
─Vamos, no es para tanto, Tae ─dice, armando los moñitos y colocándolos sobre las cajas.
─No seas modesto Ggukie. Tienes que saber que eres de los pocos que siguió con la carrera de lenguas extranjeras. Hace tiempo me reencontré con algunos ex compañeros, la mayoría tomaron rumbos distintos. Sin embargo, se encuentran bien, son felices y se dedican a lo que ahora les apasiona ─asegura con convicción.
─Y tú, Tae. ¿Eres feliz?
Jungkook se exalta al escuchar un jadeo por parte de Taehyung, las tijeras que antes se encontraban en sus manos, ahora yacen en el suelo de madera. Tiras de sangre resbalan por uno de los dedos de Taehyung, quien se encuentra completamente pasmado y pálido, observando con atención la sangre que segrega de su piel.
─¡Oh, por dios! ¡Taehyung, ven aquí! No quiero que observes la sangre. Mira mis ojos, mírame a mí, solo a mí.
Taehyung obedece y Jungkook se acerca inmediatamente, se coloca a un costado, rodea la cintura con uno de sus brazos, y con su mano libre, toma la de Taehyung entre la suya y lo lleva hacia el WC.
─Esto va a arder un poco, ¿de acuerdo? Pero te prometo que pasará, solo no mires la sangre.
Taehyung tararea en respuesta cuando ambos llegan al lavamanos, su piel duele y el vislumbrar agua corriendo mezclada con sangre no ayuda en lo absoluto, lo que ocasiona que el rostro de Taehyung se contraiga y se resguarde sobre la curvatura del cuello de Jungkook.
La piel de él se eriza, la calidez que desprende la piel de Taehyung junto a la suya es abrasadora. Su cuello cosquillea cuando siente la respiración chocar contra su dermis pálida, y la mirada de Jungkook que ahora se encuentra en las manos de Taehyung, se desvía hacia el espejo. Observa el reflejo de ambos, y le es imposible no darse cuenta de cómo Taehyung se aferra a él, ronroneando en su cuello. Se siente tan bien, tan seguro, tan completo.
─Ggukie, duele...
─Lo sé, y lo siento, tengo que lavar la herida para evitar una infección en ella, seré cuidadoso, solo no mires ─Taehyung se aferra un poco más a Jungkook y este le abraza por las caderas con protección.
Esa noche fue cuidadoso y suave con Taehyung, cuidó de él y de su reciente herida.
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Taehyung ahora se encuentra en el sofá, con una taza de té caliente en su regazo, sosteniendola con una sola mano, pues Jungkook le pidió estrictamente que bajo ninguna circunstancia moviese ni un sólo milímetro los dedos en dónde la herida se encuentra, la cual está completamente protegida por un pequeño curita de ositos.
