capitulo 3

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En el baile de los Heartside el miércoles por la noche, se pudo ver al vizconde Styles bailando con más de una omega soltera.

Esta conducta solo puede calificarse de «sorprendente», ya que normalmente Styles evita a los omegas recatados con una perseverancia que sería admirable si no resultara tan frustrante para todas las mamás con intenciones matrimoniales. ¿Es posible que el vizconde haya leído la columna más reciente de esta autora y que, haciendo gala de esa actitud perversa que todos los alfas parecen compartir, haya decidido demostrar a esta autora que se equivocaba?

Podría dar la impresión de que esta autora se atribuye más importancia de la que de hecho ejerce, pero está claro que los alfas han tomado decisiones basándose en mucho, mucho menos.


Para las once de la noche, todos los temores de Louis se habían materializado. Harry Styles le había pedido un baile a Zayn. Y aún peor, Zayn había aceptado. Y mucho peor todavía, Jay estaba contemplando a la pareja como si quisiera reservar la iglesia en aquel mismo minuto.

—¿Vas a dejarlo? —le dijo Louis entre dientes, al tiempo que propinaba a su madrastra un codazo en las costillas.

—¿Dejar qué?

—¡De mirarles de ese modo!
Jay pestañeó.

—¿De qué modo?

—Como si estuvieras planeando el menú de la boda.

—Oh. —A Jay se le sonrojaron las mejillas con el tipo de rubor que denotaba culpabilidad.

—¡Jay!
—Bien, es posible que lo haya hecho —admitió la mujer—. ¿Y qué tiene de malo, me gustaría preguntar? Sería un partido inmejorable para Zayn.

—¿No nos has escuchado esta tarde en el salón? Ya es bastante malo que Zayn tenga tal cantidad de vividoras y libertinos pisándole los talones. No puedes imaginarte la de tiempo que me ha llevado separar a los buenos pretendientes de los malos. ¡Pero Styles!—Louis se encogió de hombros —. Es muy posible que sea el peor libertino de todo Londres. No puedes querer que se case con un alfa como él.

—No se te ocurra decirme qué puedo y qué no puedo hacer, Louis  Tomlinson —respondió Jay cortante e irguió la espalda hasta enderezarse en toda su altura—. Sigo siendo tu madre. Bien, tu madrastra. Y eso cuenta para algo.

Louis se sintió de inmediato como un gusano. Jay era la única madre que había conocido y nunca, ni una sola vez, le había hecho sentirse menos hijo que Zayn. Lo había arropado por las noches, le había contado cuentos, lo había besado y abrazado, y le había ayudado durante cuando se presentó por primera vez, ofreciéndole las hierbas necesarias para evitar el dolor.

Lo único que no había hecho era pedir a Louis que la llamara «madre».

—Sí cuenta —dijo Louis con voz suave, bajando avergonzado la mirada a los pies—. Cuenta mucho. Eres mi madre, en todos los sentidos y en todo lo que importa.

Jay se le quedó mirando durante un largo momento, luego empezó a pestañear de forma bastante frenética.

—Oh, cielos —dijo con voz entrecortada mientras buscaba en su cartera un pañuelo—. Ahora ya me has dejado hecha una regadera.

—Lo siento —murmuró Louis—. Mira, ven aquí, vuélvete para que nadie te vea. Así, así…

Jay sacó un pañuelo blanco de lino y se secó los ojos.

—Te quiero, Louis. Lo sabes, ¿verdad?

—¡Por supuesto! —exclamó Louis, asombrado incluso de que Jay lo preguntara—. Y tú sabes… Tú sabes que...

—Lo sé. —Jay le dio unos golpecitos en el brazo—. Por supuesto que lo sé. Es solo que cuando te comprometes a ser la madre de una criatura a la que no has dado a luz, tu responsabilidad es el doble de grande. Debes trabajar incluso más para garantizar la felicidad y el bienestar del niño.

—Oh, Jay, te quiero. Y quiero a Zayn.

Nada más mencionar el nombre de Zayn, se volvieron y miraron al otro lado del salón de baile, para verlo mientras bailaba con suma gracia con el vizconde.

Como era habitual, Zayn era una pura imagen de belleza extravagante. Su cabello oscuro estaba cuidadosamente peinado, y su forma era la gracia personificada mientras iba ejecutando los pasos del baile.

El Alfa que me amo ( Larry) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora