Capítulo 5.

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Finalmente llegamos a Kuoh y llegó el momento de poner mi vida en orden. Para empezar gracias a un pequeño negocio (fraude) que hize por el camino conseguí suficiente dinero para comprar una pequeña casa a las afueras de la cuiudad.

Era perfecto podría llevar mis futuros proyectos en paz sin que nadie me molestara.

El conseguir papeles legales fue más fácil de lo pensado. Simplemente compré la identidad de un extranjero que residía en Kuoh antes de que yo llegara. No sé que fue del pobre infeliz lo único que me importa es que de ahora en adelante mi nuevo nombre es Joe Wilson. ¿Quien sabe? Si me acostumbro al nombre tal vez me lo quedé.

Actualmente me encuentro mudando algunos muebles y herramientas de segunda que pude conseguir a buen precio.  18 sigue conmigo pero no es de extrañar ya que su vida está ligada a mi corazón por más cursi que suene eso.

"¿Encerio?... ¿Quieres que tú laboratorio esté en el sótano de una casa vieja?" Pregunto 18 mientras me observaba mudar una gran cantidad de herramientas al sótano.

"Puedes cuestionarme o puedes ayudar... Recuerda que yo no tengo súper fuerza" le digo mientras intento no caer por el exagerado peso de las herramientas.

18 me mira de mala gana pero aún así toma algunas cajas y las lleva al sótano.

Salto de tiempo.

"Ogar dulce Ogar... ¿Que te parece?" Pregunto a 18 mientras me siento a descansar en un sillón.

18 observa el lugar y los muebles ya acomodados en su posición.

"Funcionara... Por ahora" me dice mientras camina hacia otro sillón donde se sienta a leer una revista.

"Al menos podrías agradecer que tienes donde vivir" le digo con sarcasmo mientras que ella no despega su vista de la revista.

"Me tienes atrapada a tu lado... Es lógico que te encargues de mis gastos" respondió ella.

No me molestaba mucho tenerla conmigo, ella no tenía las necesidades de un humano normal como comer o dormir pero aún así los gastos que hizo al comprar ropa no fueron pocos y puedes apostar que no van a ser los únicos.

Yo dejo de hablar y simplemente me acuesto en el sofá. Luego de un rato me quedo dormido.

-N°18-

Por más que odié admitirlo el humano no le caía mal. De echo era un poco agradable ver qué se preocupaba un poco por ella.

Desde que llegaron a este mundo el se había echo cargo de casi todos los problemas al punto de comprar una identidad para ella. Claro que la identidad era de otro país y solo tenía permiso de turista para estar aquí pero al menos tubo el detalle de darle a elegir su nombre.

Lázuli... Ese era su nombre cuando era humana y fue el nombre que eligió para estar en sus papeles de identidad. No le importaba que la llamarán 18 pero tener su antiguo nombre de regreso le daba un sentimiento de nostalgia y recuerdo de su hermano.

"Quizás algún día pueda regresar... No creo que sea algo difícil para Joe" pensó mientras se levantaba del sillón.

18 se dirigió a su habitación se cambió de ropa. Ahora mismo vestía un conjunto parecido al que siempre usaba con la excepción de que cambio la mezclilla por cuero.

Estaba a punto de salir de la casa pero al ver a Joe dormido regreso por una manta que arrojó sobre el.

"Duerme bien pequeño idiota" hablo antes de salir por la puerta frontal.

Salto de tiempo.

Era de mañana y nuestro protagonista se encontraba preparando su desayuno tranquilamente.

Era un día perfecto para caminar o hacer ejercicio pero ese no era su estilo.

Joe simplemente termino de preparar su desayuno, encendió el televisor y se dispuso a ver el noticiero.

"Caos en cuiudad Kuoh.

Durante la noche la policía recibió varios reportes de ruidos extraños en la parte sur de la cuiudad y esta mañana se hicieron hallazgos de destrozos significativos a lo largo de todo el sector.

La policía aun busca la razón de estos acontecimientos."

"Aaa (suspiró)... Misterios de la vida" pensó Joe mientras se concentraba en terminar su desayuno.

-Joe-

Se muy bien que los acontecimientos del noticiero son de una índole más sobrenatural pero si me preocupara por esos detalles estaría en alerta las 24 horas del día. Esto es algo que es muy recurrente aquí por lo que no me sorprendería que los habitantes ya estén acostumbrados.

No e visto a N°18 desde que desperte pero no es algo que me preocupé. No es extraño que desaparezca por unos días sin decir nada al final se que ella siempre regresa.

"¿Cuántos días serán está vez?" Pienso mientras termino mi desayuno y me preparo para salir.

-N°18-

"Fue una noche larga" pensó 18 mientras entraba a la casa.

Al principio tenía pensado volar  y tomar algo de aire fresco, quería conocer otra cuiudad y divertirse por unos días. Sabía que Joe no tendría problemas con eso pero el destino era un asunto diferente.

Mientras volaba había sido atacada por un demonio callejero (como Joe los denominó) que tenía habilidades extrañas por decirlo menos. Podía dividir su cuerpo y regenerarse a una velocidad ridícula que combinado con fuerza pura y bruta era un dolor de cabeza para tratar.

Había pasado toda la noche intentando acabar con el desgraciado pero cuando eliminaba un cuerpo aparecía otro de la nada. Era como si peleará con un ejército de cucarachas que nunca acababa. Tubo que pelear hasta que las reservas de energía del idiota no le dieron para más. Solo entonces pudo acabar con todos sus malditos cuerpos.

Se habían arruinado sus planes y aquí estaba ella ahora. Regresando prácticamente con trapos como ropa le hacía preguntarse ¿cómo diablos duro tan poco? Solo la golpearon un par de veces y su ropa se hizo añicos (lógica DxD).

Entrando a la casa se encontró con Joe que ahora vestía un traje negro de negoció.

"Wow" hablo Joe con sorpresa al verla casi desnuda.

"¿Disfrutas de la vista?" Pregunto N°18.

Joe solo observó a 18.

"Alguien se divirtió anoche" bromeó Joe.

18 camino hacia el refrigerador y tomo una botella de agua.

"Cómo sea... Me voy a cambiar" dijo 18 mientras se marchaba.

-Narrador-

Joe se quedó observando a 18 hasta verla desaparecer. Luego de ello se dispuso a proseguir con sus asuntos.

"Hora de conseguir trabajo"

Fin.





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