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un accidente puede cambiar tu vida en un instante
o
tu vida puede cambiar en un instante por una persona
26 𝚍𝚎 𝙾𝚌𝚝𝚞𝚋𝚛𝚎 26 𝚍𝚎 𝙾𝚌𝚝𝚞𝚋𝚛𝚎
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tomé el celular que estaba sonando, estaba esperando esta llamada, le dí a aceptar y me sorprendí al escuchar a chris.
—¿qué sucede chris?— respondí apenas supe que era el.
—minho va para allá, espero que ya tengas todo listo—. contestó rápido y preciso, corté la llamada y al instante me llego otra.
—¿diga?
—esta todo preparado, ¿puede venir para que de su aprobación?
—claro, enseguida voy, muchas gracias—. corté la llamada y en mi visión apareció el amor de vida, es decir, minho. pensé que iba saliendo—. hola honney, disculpame, debo salir, ¿puedo dejarte mi apartamento por un rato? vendré rápido, lo prometo.
la mirada que me dió fué rápida, asintió y se sentó en mi cama, yo sonreí y fuí al armario a tomar ropa para estar presentable, me metí al baño y me cambié, al salir miré a minho de reojo, estaba muy callado, el no solía ser así, a menos que tuviera algo, lo cual es obvio.
—¿qué tienes?— fuí directa pues no tenía mucho tiempo y quería que la sorpresa de minho saliera perfectamente.
—quería hablar contigo, es importante, pero si vas a venir rápido, podemos hablar luego, supongo...—su mirada estaba en el piso y su mano jugaba con el collar que le dí la noche anterior, yo asentí y le dí un beso en la mejilla.
—prometo volver en menos de media hora, te quiero, adiós honney—. salí corriendo de la casa, no sin antes tomar mi celular y las llaves de la casa, suspire antes de abrir la puerta, tenía una rara sensación en el pecho, pero seguro eran los nervios, no todos los días te le confiezas a tu mejor amigo de la infancia.
apuré mi paso, pues si bien el lugar que alquilé estaba a unas esquinas de mi casa, minho no tenía mucho tiempo libre, así que quería hacer todo rápido pero perfecto. paré en el semáforo, esperando a que esté se pusiera en verde, tres, dos, uno, miré a los lados y no había ningún auto, solo un par de personas transitando la calle, me dispuse a caminar —practicamente trotar— y cruzar la calle, faltaba poco para llegar, pero mi último recuerdo es un camión amarillo a toda velocidad y el grito de un niño pidiendo ayuda, luego de eso, mi mente se nublo y solo sentí una sensación de calidez y calma recorriendo mi cuerpo, de ahí en más, negro, todo era infinitamente negro.
