Los dos jóvenes acababan de salir de la oficina, y Milo Shaula, todavía riéndose entre dientes para la divertida comedia que había presenciado antes, cerró la puerta detrás de ellos usando la llave, que luego sacó de la cerradura para deslizarla dentro de un bolsillo de su elegante chaqueta, ganándose una mala mirada de su nuevo hosco cliente.
- Cortésmente puede explicarme qué le parece gracioso de todo esto?? Y por qué trabó la puerta con llave? Quizás tiene miedo que pueda escapar?-
El tono del galo era todo menos tranquilizador.
-Me río porque Usted y sus dos "pequeños" son verdaderamente una familia chispeante!-
- Ah, vraiment!? C'est ce que vous pensez? (Ah en serio!? Eso es lo que Usted piensa?)- respondió cáustico el francés, en su idioma nativo.
Por suerte el escorpión entendía un poco de este lenguaje de origen latino, aunque, sin embargo, resultaba lejano en todo para todo del griego.
-... Y cerré la puerta porque, sí, me temo que pueda huir cuando le voy a hacer ciertas preguntas....-
- Le diré enseguida que no tengo intención de...-
- No quiere cooperar? Pero por qué? No entiendo: sus hijos parecen preocuparse muchísimo por Usted y su felicidad. Deduzco que fueron ellos los que me enviaron el correo de solicitud para el primero coloquio de conocimiento con todos sus datos, y a pagar el encuentro. No ama a sus dos muchachos? No quiere darles una buena madre?- afirmó Milo retomando su lugar en el escritorio: ahora estaba en frente a este rebelde de su misma edad, y lo podía ver bien en la cara con claridad, estudiarlo con atención.
Lo analizó en un istante: un hombre realmente apuesto, alto, elegante, distinguido, de piel muy blanca, y largo cabello, que aún mantenia intacto su originario color aguamarina, excepto en algunos puntos donde el cerceta se mezclaba con el gris perla, creando matices preciosas, interesantes. Algunas arruguitas las tenía definitivamente, pero que no conseguían arruinar sus perfectos rasgos, dado que le regalaban del encanto en más, y luego estaban esos ojos fríos, pero profundos, de una coloración que no era ni zafiro, ni amatista, sino una mezcla perfecta de ambos, decididamente hipnóticos, y un cuerpo que, vaya! Le hacía competencia!
- Cómo es posible que las mujeres no se peleen entre sí para tenerlo, cuando lo ven? No quiero creerlo! Un auténtica belleza desperdiciada, diablo. En serio es su carácter lo que lo arruina- pensó el jefe de la agencia, perdido en sus reflexiones mentales - Este es sin duda el mejor de los casos más desesperados que me haya acurrido de tener que enfrentarse: será un reto incluso sólo para convencerlo que colabore-
-Une bonne mère?Quelle bêtise! (Una buena madre? Qué estupidez!) Yo personalmente crié a Hyoga e Isaac sin la ayuda de ninguna mujer, y por supuesto que quiero mucho a esos dos mocosos! Tanto es así que no dudé en adoptarlos. No entiendo lo que está insinuando-
- Esta es la demostración de que al final Usted un corazón también lo tiene, aunque pretenda ser un hombre de hielo, porque si fuera tan inquebrantable, carente de emociones, no estaría tan molesto por el hecho de estar aquí conmigo, en este momento, hablando de un tema que no le gusta. Y pensar que aún tenemos que empezar!-
Al escuchar estas palabras, el francés abrió mucho los ojos permaneciendo mudo, fijando con una cierta turbación a su interlocutor, que ahora sonreía levemente, pero con aire de provocación: el jefe había dado en el clavo, y había logrado silenciarlo por un momento. Milo aprovechó de este instante para volverlo a su favor, y girando la cabeza se dirigió a sus dos empleados.
-Shura, Afrodita, se puede saber qué hacen todavía aquí parados? Vuelvan a cumplir con su deber: aquí terminamos el trabajo a las 19.30, no antes! Y por favor Afrodita, tráeme la hoja con los datos del señor...-

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NO WOMAN, NO CRYING
FanfictionUn maduro soltero empedernido de más de cincuenta años, gruñón, y dolor en el culo, refractario al amor, al matrimonio, y a los lazos en general, será arrastrado a una "peligrosa" aventura por sus dos hijos adoptivos: un auténtico atentado contra su...