𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐌𝐄 𝐀𝐌𝐀𝐁𝐀 ‹ 𝗁𝖺𝗋𝗎𝖼𝗁𝗂𝗒𝗈 𝖺𝗄𝖺𝗌𝗁𝗂 ︐

- III -

El tiempo paso, yo soy igual
Mas poco a poco me olvido
Solo me quedé,
Pero espero aun oir
Su voz diciendo yo te amo.

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La línea se cortó, porque después de un tiempo nunca más volvió a escuchar tu voz. No tenía más que algunas fotos junto a ti, sin embargo, no conservaba algún vídeo u audio tuyo.

Sumando el problema que tenías con él y lo ahora arrepentido que se sentía por haber acabado con la persona que casi pudo considerar un hermano mayor lamentablemente entró en un mundo vicioso del que fácilmente no saldría.

Poco tiempo después que dejó de recibir llamadas o mensajes tuyos, un detonante lo derrumbó; su hermana menor había muerto. Siempre lo castigaban por la culpa de ella e igual si no hubiera tenido problemas con Senju y Takeomi probablemente nunca te hubiera conocido, sin embargo, era su hermana menor así que le afectó más de lo que pudo deducir.

El cambio de su estilo lo hizo para combinar contigo, se había enterado de todo lo que hacías simplemente para que él mismo planeara un repentino encuentro contigo.

Poder apreciar cada bello detalle de tu rostro sería tan maravilloso y confortador para su vida. Lo llenaría.

No tenías hijos, en cambio, cuidabas a tu hermano menor después de salir de trabajar, la rutina que tenías era sencilla pero productiva para los demás era tan molesta y muy fácil de envidiar, siendo Haruchiyo la única excepción. Amaba que pudieras vivir cómoda sin necesidad de matarse a como lo hacía él.

Se enteró también de los novios que tuviste al rededor de los años, más no pasó por alto cuando te comprometiste. Aborreció tanto eso. Por lo que se encargó de todo para que volvieras a ser soltera, si tenía alguna oportunidad para enamorarte y llevarte a su lado, lo haría sin dudarlo.

Extrañarte; pensamiento recurrente, quería sentirse amado por ti nuevamente. Experimentar hasta el más mínimo detalle de su relación sin llegar a la parte donde todo se jodió, era sin duda un anhelo que lo llenaba de tan solo imaginarlo. Seguramente su vida tendría nuevamente color.

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Pasaste frente a su nariz, más bien delante de todo bonten. El vestido que esa noche tenías te hacía opacar a las demás personas con las cuales llegabas.

── Mesero. ──llamó sin pensarlo dos veces. Te sorprendería.

Tu sonrisa se esfumó después que interrumpieron la plática en la mesa ¿qué significa aquello? Miraste al dueño del regalo y supiste de quién se trataba así que rechazaste el obsequio con una pequeña sonrisa.

Seguía siendo el mismo, aquel niño en busca de cariño. Ese cariño que solo tú le supiste demostrar.