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Olvidado estaba Cuando ella me encontró, Me sostuvo como antes De nuevo me sonrió.
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──¿Haruchiyo?──
Tu voz lo desconcertó porque no esperó encontrarte en ese lugar. Y tus magníficos rasgos lo engancharon más, sonrió al verte, tenía tantas cosas que decirte.
Lo miraste con rareza por cómo te veía. ──¿Me podrías hacer un pequeño favor?── sabías que te habías vuelto a meter en la boca del lobo, pero saber los sitios qué tu hermano menor frecuentaba te es de tanta importancia.
──Con mucho gusto.── dijo caminando hacia ti y en cada pasó su corazón se oprimía cada vez más. ──¿Qué necesitas?──
Una vez lo tuviste lo suficientemente cerca, él acarició tu rostro delicadamente, cómo si de una película romántica se tratase tu corazón comenzó a bombear rápido. El nerviosismo que sentías Haruchiyo lo sintió. No querías, ni siquiera la primera vez que lo viste te habías sentido así y despreciabas lo que nuevamente podría pasar, con un simple roce caíste a él; aquello le divirtió.
──Mi hermano no aparece, esta mañana salió, pero debió llegar hace tres horas.── jugaste con tus dedos; estabas nerviosa, porque ahora el hombre se encontraba con los brazos cruzados mirándote. ──La policía no me hizo caso, por lo que estoy buscando yo sola.──
