🅨︎🅞︎🅤︎ : [ OC One-Shots ]

Mizuki & Koharu : "Dos Manos"

꧁ fem reader || fluff ꧂

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Y pensar que hace no más de un mes, ustedes tres eran nada más que amigos, y la forma en la que habían acabado juntos parecía una comedia.

Fue un jueves por la noche. Se habían reunido en tu habitación en Heights Alliance para hacer una pijamada.
Recordabas el gusto instantáneo que toda tu clase había tenido hacia los dos invitados, incluso si el tiempo en el que convivieron fue corto, y uno de ellos se ocultaba tímidamente tras tu espalda.

Entre esto y aquello terminaron comprando un detector de mentiras, y eventualmente la pregunta salió de los labios del pelicyan.

—¡_____-chan, te toca!— exclamó emocionado, mirándote con una sonrisa— ¿Te gusta alguien?

Viéndolo subir y bajar las cejas con picardía, como si anticipara tu respuesta, rodaste los ojos, para luego contestar.

—No me- ¡Auch!— ni siquiera habías terminado de hablar cuando la máquina te dio un choque eléctrico, al haber detectado tu descarada mentira.

—No mientas, _____— se burló Mizuki.

—¡No estoy mientiendo, vejiga flo- ¡Auch!— otro choque— ¡Máquina de mierda- ¡Auch!— otro choque— ¡Ni siquiera estaba respondiendo!— te acomodaste en tu lugar y suspiraste con cansancio— Ya, sí me gusta alguien. ¿Contento, aparato del diablo?

Entrecerraste los ojos esperando otra descarga, pero, obviamente, no recibiste ninguna.

—...

—...

—¿Y quién te gusta?

—¡Mizuki-san, no la incomodes!— intervino la ojivioleta, tratando de que te dejaran en paz.

—Pero quiero sabeeeeerrr

—No tienes que responder si no quieres, _____-san.

—¡Nono, responde! Por favor y gracias.

—¡Mizu-

—Tú— soltaste de repente, mirando a tu amigo directamente a los ojos.

—¿...qué?

—Me gustas tú— repetiste, sin activar el detector. El de quirk de agua parecía estar el shock, no reaccionó durante un buen tiempo, hasta que empezó a sudar un poco y su temperatura corporal subía de repente— Y también— miraste entonces a la más bajita de los tres— me gustas tú.

De nuevo, la máquina no se encendió, indicando que estabas diciéndoles la verdad.
La chica peligris, se volvió un tomante andante, y tú te cubriste la boca con una mano, arrepentida de haber admitido un secreto que pensabas llevarte a la tumba.

En aquel momento estaban tan nerviosos y avergonzados que les costó por un buen rato decir otra cosa que no fueran murmullos sin sentido, pero eventualmente se dieron cuenta que todos tenían sentimientos por el otro y terminaron en una relación poliamorosa.

Así que, de regreso al presente, tu novia y tu se encontraban sentadas en la cama de ella, con su novio en frente, mientras lo ayudaban a peinar su cabello.

—¿Qué champú usas, Mizuki-san?— a pesar de que llevaban saliendo un tiempo, a Naoka aún le costaba dejar las formalidades, siempre tratándolos a ambos de "san".

—Pantene— respondió, distraído con tu consola.

"Lo sabía" , festejaste en tu mente.

Al terminar con los mechones que te había tocado desenredar, los hiciste a un lado para dejar al descubierto la nuca del moreno, y, tomándolo desprevenido, plantarle un beso rápido.

El chico se exaltó ante el tacto de tus labios, volteando a verte de reojo con una sonrisa.

—¿Estás cariñosa hoy?— preguntó, mientras tú solo dejabas tu cabeza caer sobre el hombro de la otra chica y besabas su barbilla, haciéndola respingar y sonrojar.

—¡_-_____-san!— chilló ella, escondiendo su rostro en sus manos.

—¿Qué?

—¡Al menos avísame antes!

—Te aviso que te voy a besar.

—E— sin dejarla articular palabra, tomaste con una mano su cintura y apoyándote en una rodilla, te acercaste para unir sus bocas en un gesto de cariño que era raro ver en ti. Aún así, Naoka hizo lo posible por corresponderte en lugar de quedarse paralizada como a veces solía pasar.

Al separarte, Mizuki, que se había dado vuelta para estar cara a cara con ustedes, te veía con un puchero infantil mientras señalaba a sus labios, reclamando un beso para él también.

No solías ser muy melosa, y además, Koharu era muy tímida como para tener la iniciativa de siquiera tomarles la mano al caminar, así que las muestras de afecto físico quedaban en manos de Mizuki. Pero alguien debía devolverle el favor de vez en cuando, así que lo tomaste del cuello de su remera y lo atrajiste para besarlo también.

—¿Satisfecho?

—Ño— negó, dirigiéndose a la de corte de hongo— ¡Ahora quiero un besito de Koharu-chan!

Aunque temblorosa, la chica cumplió las demandas de su novio, dándole un pico corto y rápido. Y él no exijió más, no queriendo poner incómoda a su pareja. Era muy pegajoso y le encantaba recibir cariño, pero siempre respetando sus límites.

Sin aviso previo, el pelicyan se les abalanzó encima, abrazándolas a ambas y haciéndolas caer sobre la cama, con él encima.

—Las amo mucho, mis amores.

—Qué cursi.

—Y-Yo también... ¡También los amo!— tartamudeó la peliplata.

Reíste un poco ante sus acarameladas palabras, acariciando las hebras de tus dos amados.

—Yo igual.

Después de todo, tenías dos manos, y podías mimarlos a ambos.

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