Siempre había bromeado con mi madre que algún día me casaría con Shawn Mendes o que si alguna vez lo conociera, lo secuestraría para jamás devolverlo. Aunque era una simple broma, muy dentro de mi sabía que tenía la esperanza de que sucediera, pues su voz y sus letras me habían cautivado por completo, el no me gustaba de la manera en que los demás artistas me gustaban, yo estaba enamorada de él, como si hubiéramos sido algo en otra vida. Sabía, que ese sentimiento lo tendría otra chica hacía él, pero nadie con la misma pureza y pasión que yo. Quizá estaba obsesionada y eso me encantaba. La fila era larga, pero avanzaba rápido. Podía verlo, podía sentirlo, pero no tocarlo, no aun. Había conseguido ese Meet and Greet con mucho esfuerzo y sin duda había valido la pena, llevaba una camisa negra debajo de una a cuadros azul marino, sus típicos pantalones y sus tenis. Se veía precioso, se veía perfecto. Su sonrisa se expandía por su rostro, pero nadie excepto yo notaba lo cansado que estaba, sin agregarle lo fastidiado. Lidiar con muchas chicas locas no era tan fácil como creía, solo deseaba no perder el control como ellas para no hacer el ridículo. Aunque mis manos temblaban y sudaban, me contuve las ganas de echarme a llorar de nervios, pues preferiría tener un bonito recuerdo, aunque temía mearme en los pantalones. La neta.
Cuando menos me esperaba faltaban dos chicas para tomarme la foto. "PIENSA RÁPIDO UNA POSE." ¿pidiéndome matrimonio? ¿que me cargara? ¿que me diera un beso? ¿o una foto normal? COMO PODÍA DECIDIRME EN CASI MINUTOS. ¿Tomándonos de la mano? Supongo que sería una tierna foto. Oh, mandaría enmarcarla, lo juro. Suspiré, abrí los ojos, el estaba frente a mi, a unos centímetros abrazando de la cintura a una rubia que estallo en lagrimas en sus brazos. Se río despacio, susurrando unas suaves palabras "No llores, estoy aquí". Se me encogió el corazón, demonios, él era sin duda la persona que más amaba entré toda esa gente. Sus castaños ojos chocaron unos segundos con los míos, mis piernas temblaron, mi corazón latió con fuerza y temí caerme de rodillas. Pero no era solo su mirada lo que me hizo sentir aquello, si no, la tímida sonrisa que me dedico y las manchitas rojas que aparecieron en sus pálidas mejillas. ¿Yo había causado eso? No, por supuesto que no, estaba alucinando, me estaba volviendo loca, no podía creerlo... ¡Ya seguía yo! estaba a unos pasos de él, estaba a unos pasos de tocarlo, abrazarlo, escucharlo, de sentirlo de verdad. Di unos cuantos pasos en falso, rígida alisando el vestidillo negro casual que había elegido para la ocasión. El me miraba, en silencio, curiosamente de una manera extraña que reflejaba su cansancio.
- Shawn -Fue lo único que pude decir.
- Hola, ¿cual es tu nombre?
- ____.
- Es un gusto, ____. ¿En que pose me pongo?-Levanto una ceja poniendo una mano en su cintura, doblando esta para hacer una pose medio gay. Me reí liberando un poco de tensión, el sonrió ánimadamente.
- ¿Podrías tomarme de las manos? ¿Y ponerte frente a mi? -Pregunté tímidamente mostrando le la parte favorita de mi cuerpo. Mis manos. Él asintió, tomándolas con suavidad, las suyas estaban cálidas en comparación de las mías, eran frías como el hielo. Al principio su rostro fue lleno de confusión, que me extraño rotundamente, pero su expresión fue de adoración al levantar la mirada a mi. Todo mi cuerpo se tensó.
-
Tengo una pose mejor.- Me jalo hasta él, poniendo sus manos sobre mi cintura, rodeando su cuello torpemente con mis brazos y juntamos nuestras frentes, viéndonos a los ojos. Enserio, iba a desmayarme. - Tómela ya.
El sonido de la cámara retumbo en mis oídos, todo a mi alrededor parecía borroso, lejano, hasta el bullicio de las chicas y chicos que esperaban ansiosos una foto como la mía. Todo parecía indicar que el Meet & Greet había terminado para mi, sin saber, que apenas comenzaba.