"Conociendo al dolor"

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"Sujétenme de mi dolor, que cuanto más fuerte lo hagan mis démonos soltarán".

( Daisy Lobrie )

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Por favor, ayúdenme!! – Grita una de la enfermeras a las 2:25 am –.

Estaba desesperada porque no podía sujetar a Daisy que estaba sufriendo un ataque de ansiedad desatado por la abstinencia. Luego de aplicarle una dosis de Clonazepam y Bromazepam juntas Daisy consigue un regalo del sueño.

Ser presa del alcohol la estaba condenando a vivir tormentosos meses de agonía, ataques de pánico, alucinaciones y algunos pensamientos delirantes, entre ellos de suicidio, los cuales fueron detenidos por la mano de dios y las enfermeras que la seguían de cerca.

– El proceso de la lucha por dejar el alcohol quiere eliminarte Daisy – Comenta la Sra. Demon en una reunión con una débil, delgada y acabada Daisy quien la miraba con la mirada perdida en el horizonte.

– Se que me escuchas, resiste por tu vida y por nadie más. Si sales de aquí, tu serás feliz y luego tu entorno Daisy.

Daisy, con su mirada ciega la escucha mientras que la familia de Daisy estaba ajena a todos estos episodios y al sufrimiento de quien de forma valiente se animo a entrar en la batalla contra uno de los vicios mas intensos y adictivos de los adolescentes.

Su cama fría y delgada almohada la acompañaron durante dos meses mas hasta en una desolada habitación donde Daisy logro ponerse en pie moral y física para poder salir al patio nuevamente a un receso de los pacientes. En ese momento conoce a Dan un chico de unos 18 años adicto a la heroína que estaba sentado tomando las primeras brisas de las mañana.

– Hola, mi nombre es Daisy – exclama extendiéndole la mano –

Dan, incomodo, de mirada perdida y arrogante escupe un chicle al piso y dice:

– No me importa como es tu nombre, no me importa nada de esta mierda de lugar. Si quieres tener alguna relación conmigo ni siquiera intentes haciéndote la inocente, ya he tenido sexo con varias alcohólicas como tu y son despreciables.

Daisy, llena de rabia por las palabras de Dan le dice:

– ¿Que mierda te crees que eres imbécil?, ¿Crees que soy una puta alcohólica pidiendo sexo?, vete al carajo maldito engreído junkie, das lastima!, mas bien ponte a pensar cuánto queda de tu corta vida y aprovéchala por lo menos para ser sociable.

Dan sonríe irónicamente y mirándola de re ojo le dice:

– Me encantan tus bienvenidas. – Prende un cigarrillo y se queda pensativo con la mirada perdida –.

Daisy se va ofendida mirando a Dan, que a pesar de su estado, era un joven atractivo y muchas chicas intentaban cosas con el. Su 1,85 metros de altura, ojos cafés de mirada profunda y unas cejas predominantes muy expresivas lo hacían candidato a todo tipo de romances, pero Dan tenía muchas cosas que sanar, no solo de las drogas, también de sus heridas que lo marcaron en la vida y eso le iba a llevar un tiempo mas con cigarrillos y reflexiones en el patio.

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"Si me dejaras entrar en tus pesadillas,

te ayudaría para salir de las nuestras".

( Daisy Lobrie )

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"Hoy estoy de suerte, y creo que los días que me quedan. No tomo alcohol, ni siquiera me viene a visitar a mi cabeza y como si fuera poco puedo salir al patio. Sí, mi salida al patio también tiene que ver con Dan. Su misterio me cautiva, quiero saber de el, que siente que sombras lo rodean. "Por dios! ¿Dan me esta gustando?". Será el encierro o será que en el fondo es linda persona y la oportunidad de abrir su corazón la tengo yo"

En una fresca mañana donde las hojas amarillas caen sobre el patio de la Clínica, el solitario Dan prende un cigarrillo. Daisy se acerca lentamente por las gradas para darle una sorpresa".

– Hola Dan! – Daisy sonríe por el susto sufrido por Dan –.

– ¿Estas loca? Me vas a matar!

– Bueno, ya estamos un poco locos y hasta muertos Dan, un susto es solo una gota en el baso.

– ¿Y esto? – Pregunta Dan con una porción de torta de zanahoria en su mano –

– Es un regalo. Lo tome de la cafetería mientras desayunaba.

– Ok. ¿Y cómo sabías que odio la zanahoria?

– Daisy queda desubicada – ¿No te gusta?, no lo sabía.

– Dan se devora la porción de torta y dice mientras se chupa los dedos, me encanta! – sonríe –

– Daisy se rie y le dice: – Si que eres cruel – No se si odiarte o...

– Dan responde: ¿O que?

– Odiarte más Dan.

Dan la mira, el cuerpo de Daisy comienza a temblar. Dan se acerca lentamente a su mejilla y le da un beso y luego le dice:

– El beso vale por dos cosas.

– ¿Que cosas?

– Por el otro día que fui un idiota con contigo y el otro por el pastel.

– Ahora te voy a proponer algo – Dice Daisy –

– ¿Que cosa? – Responde Dan –

– Te invito a la biblioteca, esta cool, creo que podemos leer juntos.

–¿Te gusta leer?

– No me gustaba, pero aquí le tome el gusto, me ayudaba mucho en la terapia. Los libros me hacían perderme del mundo que vivía para llevarme a otros mejores.

– Vamos, ven!. – Dice Daisy quien toma de la mano a Dan y corre hacia la biblioteca como niña pequeña.

"Ahí fue donde me di cuenta que la vida no te tantas cosas malas si no mucho de donde aprender. La adicción me trajo hasta aquí para el me haga adicta a muchos momentos de felicidad".

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Gracias a todos por seguir este segundo episodio.

Mañana tendré el 3ro publicado para que también lo puedan disfrutar.

Gracias verdaderas por su apoyo.

Jaime.

Donde las lágrimas mueren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora