Todo normal... supongo?

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Luego de comer, todos (menos Daila, que se fue a bañar porque por un descuido quedó con una cantidad considerable de mermelada) fueron a la sala de estar, la cual tenía un suelo de hermosas tablas de madera ancha, y paredes de color amarillo. Aparte de ello, la habitación también tenía ventanales y una puerta que daba al exterior.

Enora se sentó en el sofá verde y se puso a coser; Layl fue a sacar un libro del librero y se acomodo en una butaca; Greta y Newt se sentaron en almohadas en el piso junto a la mesa de centro y jugaron al gato; y Lune movió una silla hasta los ventanales, abrió su libreta de botanica y comenzó a dibujar las plantas de afuera.

A Lune le gustaba la botanica, y todo lo referente a las plantas, así que tenía una libreta para anotar sobre ellas y dibujar especies silvestres que encontraba.

En ese momento ilustraba la Malva comun que había fuera. Destacaba su color lila contra el pasto y el cielo nublado.

-Que especie dibujas? -le preguntó Layl. Se había acercado lentamente a él sin que este lo advirtiera.

-Malva. Crece todo el año, y se ocupa mucho medicinalmente por sus propiedades -contestó Lune, volteando a mirarla.

-Y por qué se llama así? -interrogó. A Layl le gustaba hacerle aquella pregunta para molestarle un poco según su respuesta. Ya se le había hecho un habito.

Lune la miró y pensó antes de responderle:

-En realidad, no sé -contestó encogiendose de hombros. Le molestaba un poco que preguntase como si él supiera todo aquello.

-Ah. Que decepcionante -comentó ella mirándolo con una sonrisa que Lune sabía que era burlona-. Esperaba una respuesta más impresionante.

Lune se quedo mirándola. Layl siempre sabía captar la atención de cualquiera hasta sin proponérselo.

-Em, acaso soy el maestro de lo impresionante? -preguntó Lune, sin saber exactamente que decir. Conocía a Layl desde hace más de diez años, y aun así, ella lograba despistarlo con una facilidad absurda. Esto lo hacía sentirse algo... expuesto?

Layl lo observó. Le parecía tierno lo fácil que Lune se descolocaba... era chistoso.

-Nah, pero tampoco eres aburrido. -Layl paso las paginas de la libreta de Lune, y luego lo miró-. Sabes qué, me corrijo. Tal vez si eres aburrido.

Lune decidió ignorar aquel comentario; Layl rió un poco por la cara de Lune.

-Serás aburrido, pero de todos modos es interesante estar contigo -dijó divertida, mirando por los ventanales.

Lune no respondió. Tenían la misma dinámica siempre y, por alguna razón, Lune sintió nostalgia al pensar esto.

Justo en ese momento se oyó el sonido de cristal rompiéndose y cosas cayendo, seguida de una pequeña exclamación de Daila. Dijo algo como "Rayos!".

-Creo que Daila boto algo -dijo Layl mirandó en dirección al pasillo que había -, todos los días tira al menos dos cosas... Bueno, creo que voy a ver que paso y luego a lavar los platos, no vaya a ser que mamá llegue y no lo haya hecho. Suerte con las plantas.

-Esta bien -respondió Lune, viendo como cruzaba la estancia y salía por el umbral de la puerta.

Su mirada quedó fija en el punto donde Layl se perdió unos instantes; luego, recordando lo que hacía, dirigió su mirada hacía su libreta, para luego mirar hacía la malva de afuera

De pronto, vio a unos cuatro metros de la malva, lo que le pareció una criatura correteando.

Aguzó la vista y contempló que era algún tipo de roedor, como un ratón o hámster, pero tenía un color azulino. Tenía más menos el tamaño de un frasco de mermelada y corría sobre sus patitas traseras. A medida que se acercaba vio que tenía una lunita en su frente, y unas estrellitas en sus orejas. No era ningún animal que él conociera.

Inmediatamente, Lune se paró y se dispuso a abrir la ventana para observar mejor a aquel ser. Pero, tan rápido como apereció, aquel hámtersito desapareció.

En ese momento, Daila entró en la habitación y dijo:

-Mirén lo que encontré; sin querer tire todo lo que había en aquel estante alto del pasillo y hallé este guardapelo antiguo!

Lune se dio vuelta momentáneamente y la miro: tenía en las manos el guardapelo del que habla. Estaba envejecido, pero antaño debió de ser dorado.

Lune volvió la vista a la ventana escuadriño el exterior en vano de nuevo; no había más que la hierba, un que otro pájaro, y la malva... y a lo lejos solo estaba el habitual paisaje de arboles y montaña.

Que había sido aquel ser peludito? Lo habría confundido y simplemente había visto algún roedor? Después de todo, había pasado muy rápido, perfectamente podría haber sido un animal común...

Daila se acercó a Lune, pero como estaba distraído no noto su presencia y dio un respingo cuando ella le habló:

-Lune... pasa algo? Te veo algo, pues... ido.

-Em, no... solo... solo me pareció haber visto algo...

-Ah... -Daila se sentó junto a él y le enseño el guardapelo-. Mira, me lo encontré en un estante, ese que esta bien alto...

Ella le puso el objeto en las manos y Lune lo examino. Era sencillo pero elegante. Tenía arabescos en la superficie, y en el centro de la puertecita tenía forjada la cabeza de un gato con una luna. El chico abrió el guardapelo, que no medía más de cuatro centímetros, y vio que adentro tenía el retrato de un hombre y una mujer. La mujer, que llevaba el pelo largo y negro, tenía un rostro hermoso, benevolente, y algo juguetón; el hombre, que tenía los cabellos y el bigote de un color café claro, se veía amable y responsable. Se notaba que tanto el guardapelo como el pequeño retrato eran muy viejos.

-Vaya! -exclamo Daila-. Me parecen familiares... será por qué son antepasados de Layl y los demás?

-Seguramente... -respondió Lune, que seguía mirando a la pareja-. A mi también me parecen familiares, y ya que el guardapelo estaba en la casa hay muchas posibilidades de que sean parientes. Donde dijiste que lo encontraste? - le preguntó girando el rostro para mirarla.

-En la estantería alta que hay en el pasillo del baño... justo afuera de esta habitación. Sin querer me tropecé y hice que un jarrón saliera disparado y boto unos libros y este guardapelo -admitió Daila, algo abochornada por su torpeza.

-Te hiciste daño? -preguntó Lune mirándola atentamente.

-Por suerte, no -contestó-. Casi me da un libro, pero lo esquivé.

-Que bueno -dijo con una sonrisa-. Que más había en el estante?

-Unos libros. Pero no les presté mucha atención; lo que me intereso fue el guardapelo... Creo que uno de ellos era un albúm -añadió reflexionando.

-Hum... Vamos a verlos -propuso Lune, poniéndose en pie.

-Esta bien -respondió Daila, haciendo lo mismo-. Tal vez haya otro retrato allí de estos dos -dijo señalando a los retratados.

Los dos se dirigieron al umbral y llegaron al pasillo. Caminaron hasta el estante y contemplaron las cosas que a Daila se le cayeron que estaban encima de un mueble (justo al lado habían unos trozos rotos de cerámica azul amontonados).

Lune tomo uno de los libros y lo abrió.

-A ver...

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Holaa! Me extrañaron? Yo se que si :3...

A partir de ahora las cosas se pondrán interesantes XD ;v. Bien, ahora me voy, a preparar otro capitulo se ha dicho!

Cuídense y tomen agüita, y no se olviden de votar si les gusto este cap! (>7<)/

Cuando Anochece en Nuit (en PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora