Me encontraba camino a mi casa, la mansión Collins, me faltaban al menos 10 minutos para llegar venía de pasar un rato en el pueblo. Julia había tenido un compromiso y tú vimos que cancelar nuestros planes.
Me encontraba en la entrada de la mansión cuando una voz se hiso presente ante el total silencio que ya me acompañaba.
— Madam, aque se debe tanta soledad.
[Dijo barnabas mientras me ofrecia su mano para levantarme del pasto.]
— Aveces alas personas nos gusta la soledad y los momentos silenciosos de la vida.
[Dije tomando su mano y poniéndome de pie a su lado]
— ¿Gusta acompañar me a mi lectura semanal? [Dijo este mientras me miraba esperando respuesta alguna, proveniente de mi]
— ¿De que tratará está vez?, ¿No pensará aburrirme con su lista de una y mil cosas que le hacen gustar de Victoria?...¿Oh, si?
[Dije con una pizca de diversión en la segunda pregunta]
(No es que no me guste pasar tiempo con barnabas, es solo que el hecho de ser una persona, bueno más bien un vampiro de hace más de un siglo aveces puede ser aburrido, aún que no siempre es haci, suele relatarme algunas historias de su época las cuales son interesantes y curiosas en verdad, pero ahí veces en las que solo tiene un pensamiento y tiene que ver con la chica de la cual esta interesado, o repentinamente quiere saber más sobre esta gran era en la que vivimos).
[Me dio una pequeña sonrisa y entrecerrando los ojos contesto a mis preguntas]
— Para nada, está vez pensaba leer algunos de mis poemas favoritos.
[Contesto mientras me mostraba los libros que estaban resguardados bajo su brazo]
— En ese caso será un placer.
[El vampiro me ofrecio su brazo y lo tome, mientras en prendimos camino hacia aquel barranco donde su amada había perdido la vida siglos atrás]
(Creí que esto tardaría una eternidad, al ver los libros que traía con el, pero fue todo lo contrario, tardamos menos de lo esperado)
[Ya nos encontrabamos de regreso caminando por un sendero despejado, barnabas me pidió disculpas por qué nos encontramos a Victoria en el camino y pensaba leerle un poema que le escribio]
(claro me ofrecieron ser parte, pero no quería ser mal tercio a demás probablemente sería incomodo)
[Caminaba de regreso faltando unos pocos metros para llegar al portón]
(La puesta del sol ya hacía presencia, delante de mi, en mi andar distraído no notaba lo que a mí alrededor pasa, pensando, pude notar que a las cercanías de un gran árbol, sobresalía una sombra, que por más distraída que anduviera, podría distinguir entre cualquiera).
[Esa sombra que provenía del árbol tomo forma cuando salio, de esa inmensa obscuridad, era ella, la mujer que tanto amaba].
— ¿Que haces aquí? [Pregunte tratando de no sonar muy interesada en lo que ocurria en ese momento] (aunque esto se me daba pésima mente)
— Caminaba... ¿Y tú? [Pregunto mientras se acercó hasta mi]
— Solo trataba de pasar el tiempo de tu ausencia. [Dije exagerada mente, como si fuese el fin del mundo no estar a su lado]
[Ella medio una sonrisa burlona y me beso]
— Ya estoy aquí [sonrio ante mi baja estatura]
— Lose, pero no me gusta el hecho que me cambien por una pila de papeles viejos de personas con algun tipo de desorden mental. [Dije finjiendo estar ofendida]
— A mi no me gusta cambiarte por papeles viejos, pero es una de las tantas cosas que hago y la razón por la cuál te conocí... Haci que agradece a esos papeles viejos, por los que estoy aquí. [Dijo aguantando la risa de sus propias palabras]
— Ahora tengo que agradecer, no eso sí que no, pero el lado positivo es que ya no tendrás más trabajo lo que resta de la semana. [Dije sonriente]
— Solo las terapias con David por la mañana. [Contesto tomando mi mano y empezando a caminar]
— Cierto, bueno eso es mejor que un día entero y solo una noche.
//Ok pido perdón por no subir ayer, no tenía internet 🥲, pero ya estoy aquí espero y les guste besos//
