-Es una promesa, Natsu -dijo una niña de cabellera escarlata juntando su meñique con el del niño pelirosa que tenía en frente mientras intentaba ocultar su sonrojo.
-Es una promesa, Erza -respondió este repitiendo el gesto y tratando de disimular el...
BOSQUE DE MAGNOLIA, ORILLA DEL LAGO, 14 DE FEFRERO, X778
-Es una promesa, Natsu –dijo una niña de cabellera escarlata juntando su meñique con el del niño pelirosa que tenía en frente mientras intentaba ocultar su sonrojo.
-Es una promesa, Erza –respondió este repitiendo el gesto y tratando de disimular el rubor de sus mejillas.
-El día de San Valentín después de que cumplas 18 nos haremos pareja.
-¡Hai!
Una vez terminado ese acto, ambos se acercarían para darse un corto y torpe beso primerizo sellando así la promesa que se habían hecho mutuamente.
Tras el beso, ambos niños se sentaron uno al lado del otro para contemplar la puesta del sol juntando sus manos inconscientemente.
ALGUNOS AÑOS DESPUÉS
Nos encontramos ahora en el presente donde un joven de 18 años con cabellos rosados que él mismo afirmaba eran color salmón se terminaba de arreglar para verse bien papi y poner en marcha sus propios planes.
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-Te ves bien, Nasho –dijo un gato azulado que se encontraba a su lado.
-Gracias, Happy –le agradeció el joven.
-Así que hoy es el día, ¿no?
-Sí, es hoy *suspiro*... solo espero que Erza no haya olvidado Nuestra Promesa.
AL MISMO TIEMPO EN OTRO LUGAR
Una hermosa peliescarlata de unos 19 años se arreglaba el cabello para la ocasión especial del día.
¿Qué ocasión?
¿Podría ser la misma que la del pelirosa?
¿Acaso era por lo que se celebraba en este día?
Pues sí... hoy se celebreba el día de San Valentín.
Hoy era ese fatídico día en el que múltiples parejas se formaban e innumerables soldados caían en batalla.
